Fútbol

El último misterio de Gareth Bale en el Real Madrid

Bale, en el centro, sentado en el banquillo de Balaídos | EFE

El Real Madrid es, a día de hoy, una mezcla de sensaciones y sentimientos. A la emoción por jugar la final de la Champions League y rozar, por fin, la ansiada Décima, se une la gigantesca decepción generada por la actuación de los de Ancelotti en los últimos partidos de Liga. El Real Madrid ha tirado por la borda una histórica ocasión para lograr el triplete (algo que jamás ha conseguido) y lo ha hecho, además, con algunos episodios extraños. Uno de ellos ha sido el misterio de por qué Gareth Bale no jugó ni un minuto frente al Celta en el partido que pudo meter en la lucha por el título al Real Madrid.

El extremo galés es uno de los muchos jugadores que tiene entre algodones los servicios médicos blancos. De hecho, el 'expreso de Cárdiff' no viajó a Valladolid el miércoles pasado ante las molestias musculares que sufría después de haber disputado el duelo frente al Valencia.

Ancelotti alegó en sala de prensa que él y Carvajal se quedaban en Madrid para recuperarse de sus dolencias. Un partido más tarde, el italiano decidió incluir al galés en la convocatoria. Bale viajó a Vigo junto con el resto de sus compañeros.

Todo apuntaba a que no sería titular. 'Carletto' prefería reservarlo para jugar en caso de que fuera necesario. Con la Champions tan cerca y la Liga cada vez más complicada, el transalpino decidió tomarse el duelo de Balaídos como si fuera una preparación previa al choque de Champions. Cero riesgos. Nada de pasos en falso.

Así, Khedira y Arbeloa fueron titulares. También Nacho, Morata, Casemiro o Illarramendi. El equipo merengue fue una sombre de lo que suele ser su once de gala. Así fue como, con el transcurrir de los minutos, el Celta empezó golpeando primero.

El gol de Charles dejaba al cuadro blanco tocado... pero no hundido. Y es que los resultados que se estaban dando en Elche (empate del Barça) y en Madrid (empate del Atlético) dejaban aún a los blancos con opciones de luchar por el título siempre y cuando se voltease el marcador en Vigo, algo que ni siquiera se intentó. La desgana empezó en el banquillo. Ancelotti no sacó si quiera a calentar a su hombre más ofensivo.

Bale se quedó sentado junto al resto de suplentes durante 90 minutos, algo que sorprendió a propios y extraños, toda vez que nadie entendía por qué el entrenador blanco se había llevado entonces a Bale hasta Vigo si sus intenciones eran no darle ni una oportunidad.

¿Se lesionó aquella mañana? ¿Decidió resevarlo definitivamente ante la oscura perspectiva del partido? ¿Fue Bale quien no quiso jugar?

Por ahora, nadie ha dado respuestas a estas preguntas. Lo único claro es que el Celta acabó marcando el 2-0 y que ese resultado, a la postre, definitivo, condenó al Real Madrid a quedarse sin opciones por el título de Liga. Toda la temporada se jugará a una única carta. La carta de la Décima.

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