
Illarramendi está llamado a ser el sustituto de Xabi Alonso en la final de la Champions League. Eso al menos dijo un Carlo Ancelotti que se mostró rotundo al respecto en sala de prensa. Hoy, cinco días y dos partidos después, la contundencia del italiano empieza a tonarse incertidumbre.
Frente al Valencia y el Valladolid, el ex de la Real Sociedad volvió a dejar un reguero de incógnitas que hace que su titularidad ante el Atlético, en Da Luz, sea, hoy por hoy, un dilema en toda regla.
Y eso que anoche, frente a los pucelanos, Illarramendi no fue titular como sí sucedió frente al Valencia en el Bernabéu. En aquel partido del domingo pasado, el mediocampista se colocó junto a Xabi Alonso e Isco en una medular que apenas tuvo creatividad con él sobre el terreno de juego. Ancelotti le cambió por Di María al descanso y el panorama del partido cambió. Desafortunadamente para los blancos, el arreón merengue no dio más que para un pobre empate a dos.
Anoche, sin embargo, el 24 salió desde el banquillo. Saltó al césped en sustitución de Isco cuando el crono marcaba el minuto 74 de partido. Tenía, así pues, 16 minutos para ayudar a su equipo a mantener el 0-1 que había logrado Sergio Ramos.
A su lado jugaron Xabi Alonso, Modric, Di María e incluso un Marcelo al que Ancelotti sacó por Benzema para reforzar la medular. Así pues, Illarra jugó arropado. Con el balón en los pies no estuvo mal. Tampoco falló mucho en el plano defensivo. De hecho, en algunas ocasiones fue único hombre capaz de tapar los pases en diagonal de un Valladolid ansioso de empatar en el tramo final del encuentro.
Sin embargo, pese a esta actuación moderadamente optimista, Illarra tuvo un fallo. Un fallo importante que, dependiendo de cómo acabe el curso, podría ser el que condenase definitivamente a su equipo al adiós por la Liga.
En el minuto 85, en el córner que supuso el empate local, él, Illarramendi, era el encargado de marcar a Osorio. Sin embargo, el colombiano le ganó la partida sin demasiada dificultad. Cuando la bola salió despedida de la esquina, el ariete hizo un leve movimiento de desmarque ante el que Illarra apenas respondió.
Cuando trató de acercarse al delantero, éste ya había conectado un testarazo ante el que Casillas tampoco pudo hacer nada. El Valladolid había empatado el partido y las miradas volvían a posarse sobre el mediocampista como ya sucediera en Dortmund, donde su fallo en el 2-0 alemán casi cuesta a los merengues la eliminación en Europa.
En los cinco minutos que quedaban por jugar, Illarramendi, como el resto de sus compañeros, se lanzó al ataque y él intentó cazar alguna bola dentro del área en un intento desesperado por transformarse en un delantero heróico. No funcionó.
El Real Madrid empató y sobre el ex de la Real Sociedad volvió a cruzar una sombra de sospecha en el mes más importante de su vida. Fue, sin lugar a dudas, otra noche negra para el hombre de los 40 millones de euros.