
El Real Madrid empató este miércoles en Valladolid en un resultado sorprendente y doloroso para la entidad blanca por dos motivos. El primero, el más obvio. Salvo sorpresa, los de Ancelotti ya están descartados para la lucha por el título. Con solo seis puntos en juego, los blancos están a cuatro de la cabeza. Levantar la copa de campeones sería un milagro en toda regla. El segundo motivo del mosqueo blanco apunta, con todo, al rival al que podrían haber dado el título. Y es que, con su debacle en Valladolid, los blancos han puesto en bandeja al Barça la opción de ser campeones a final de campeonato.
Cierto es que el Atlético de Madrid tiene también un porcentaje elevadísimo de ganar el título, pero el triunfo de los blancos en Pucela habría descartado casi definitivamente a los blaugrana, mientras que ahora, tras lo sucedido ayer, son ellos los que tienen la llave del título.
Y es que las cuentas blaugrana son sencillas. Si los culés vencen al Elche este domingo, y al propio Atlético de Madrid el sábado siguiente, los de Martino se proclamarían campeones. Para colmo ese último partido del campeonato se juega en el Camp Nou, lo que otorga cierta ventaja al cuadro blaugrana, más si cabe teniendo en cuenta que el Atlético de Madrid también estaría pensando, aunque fuera de manera inconsciente, en la final de la Champions en Lisboa.
Así las cosas, el Atlético de Madrid también depende de sí mismo para vencer el título y lo hace, además, con una paradoja: al conjunto rojiblanco le vale sumar dos puntos (empatar ante Málaga y Barça) para ser campeón. Ahora bien, si sólo consiguiera tres (es decir, sólo venciera al Málaga), el campeón podría ser el Barça siempre y cuando los de Martino ganasen al Elche.
Así pues, parece claro que los blaugrana parten con una ligera ventaja frente a los colchoneros, aunque en esta Liga de locos, todo es posible, hasta que el Real Madrid también se lleve el título. Para lograrlo, el Real Madrid debería vencer todos los partidos y esperar que Barça y Atlético de Madrid perdieran alguno de los dos partidos que tiene por delante.