La situación de Cesc Fàbregas en el FC Barcelona es cada vez más complicada. El centrocampista culé se ha convertido en el objeto favorito de las críticas por parte de una hinchada, la del Camp Nou, que la toma con él cada vez que salta al terreno de juego.
La primera gran bronca del respetable blaugrana contra el de Arenys tuvo lugar ante el Athletic de Bilbao, hace 15 días. Este sábado, frente al Getafe, Cesc siguió recibiendo pitidos cuando ingresó en el césped.
El marcador marchaba 1-1 y, como sucedió frente a los bilbainos, la entrada del 4 permitió la remontada del Barça. En el caso del duelo contra los madrileños, fue un pase suyo el que permitió a Alexis hacer el tanto del 2-1.
Tras marcar el gol, y tal como cazaron las cámaras de Cuatro o de TV3, el mediocampista no celebró la acción de su compañero, sino que dedicó a encararse contra el público, al que reprochó sus silbidos cuando saltó al césped.
Su situación dentro del Barça es difícil y aunque él ha insistido en que desearía seguir en el club, no se descarta una posible salida rumbo a la Premier League siempre que el posible club comprador abone los casi 40 millones de euros que costó su regreso a la Ciudad Condal.
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