Fútbol

Simeone es el nuevo Pep Guardiola

Simeone da órdenes durante el duelo ante el Chelsea | Reuters

El fútbol, como la vida, cambia con los tiempos. Los que antes triunfaban, ahora lloran frente al empuje de las nuevas generaciones. Ningún trono es perenne y menos el de los entrenadores.

En el último quinquenio dos técnicos se han disputado la corona del mejor entrenador de clubes del planeta. Guardiola y Mourinho lo han acaparado todo. Hasta ahora. Ambos padecen el sabor de la derrota más amarga. Eliminados de la Champions League, los dos técnicos miran con envidia a los que sí jugarán la final de Lisboa.

Ancelotti y Simeone representan la cara del éxito, aunque es éste último el que, además, idealiza el rostro del cambio de ciclo. Del cambio de rumbo. El del relevo más profundo. Él, el 'Cholo', se ha convertido en el nuevo gurú del fútbol. Él es ahora el nuevo Pep Guardiola.

Paralelismos Simeone - Guardiola

Los paralelismos, por mucho que a ambos se les encorsete en estilos diferentes, existen y son variados. El primero de ellos apuntan a una palabra clave en sus carreras: revolución. Uno y otro ficharon por sus equipos emblemas, el Barça y el Atlético, con el objetivo de cambiarlo todo. Y ambos lo han conseguido con resultados espectaculares.

Guardiola cogió las riendas de un equipo mustio y decaído tras dos años de sequía (el Real Madrid había ganado las dos Ligas precedentes) para transformarlo en una máquina de fútbol y títulos. El primer curso logró el triplete y después, una cascada de trofeos irrepetible.

Simeone, por su parte, hizo algo parecido con el Atlético de Madrid. Cuando el argentino aterrizó en el Calderón, los rojiblancos habían sido eliminados ante un Segunda B, el Albacete, en Copa del Rey. Su misión era evitar el fantasma del descenso y dar nuevos bríos al equipo. Pues bien, el 'Cholo' no sólo cumplió con su objetivo, sino que metió al equipo rojiblanco en Europa y ganó la Europa League.

Ya con los colchoneros estabilizados, prosiguió su senda de gloria para sumar una Copa del Rey en casa del eterno enemigo (rompiendo así, 14 años de sequía en el Bernabéu), clasificarse para la Champions League y, ya esta temporada, rozar la Liga y la propia Champions. Su único fracaso, quedar apeado de Copa, eso sí, en semifinales. Todo un hito y ante el enemigo de la final de Lisboa, el propio Real Madrid.

Hito al que sumar su revolución futbolística. Apoyado por los méritos del 'profe' Ortega, el preparador físico del Atlético de Madrid, Simeone ha creado un equipo perfecto en el que da igual quien juegue, la maquinaria nunca se resiente.

Ante el Barça, en la vuelta de cuartos de final de la Champions, no jugó Costa y sí un Adrián que se comió a los culés. Anoche el asturiano fue la gran sorpresa. Repitió en el once por delante de Raúl García, Villa y Diego Ribas. Pues bien, el 7 fue clave con su gol del empate. Pero es que en Stamford Bridge tampoco estuvo Gabi y su ausencia ni se notó. Cosa de los milagros del Cholo.

Un Cholo que, además, ha evolucionado hasta hacer que su equipo maneje un repertorio amplísimo de opciones tácticas que van desde un dibujo mutante, hasta una mezcla de formas de juego.

Ayer, ante el Chelsea, los colchoneros supieron salir a la contra cuando era necesario, pero también dominar el esférico con posesiones largas, rápidas y, sobre todo, efectivas, esto es, que siempre acaban con un disparo a puerta o una ocasión para los atléticos.

Pero es que además, Simeone supo cogerle el punto al enemigo y le cambió la estrategia de juego. Si en el Calderón los rojiblancos sólo lo intentaron con balones colgados a la espalda de los laterales 'blue', anoche el dominio del esférico y los pases diagonales fueron las herramientas con las que el argentino desarboló la muralla obsoleta de Mourinho.

Así, con una personalidad arrolladora (como la que mostró Guardiola en su día) y una nutrida capacidad para mover las piezas de su pizarra, Simeone ha metido al Atlético en su segunda final de Champions, la primera en los últimos 40 años. Además, el título de campeón de Liga espera a falta de sólo dos triunfos.

Éxitos más que notables que le ponen en la cima del fútbol mundial y en la lista de aquellos entrenadores que no sólo ganaron títulos, sino que cambiaron algo en la historia del fútbol y de sus equipos. Algo que logró Pep en su día y que ahora desarrolla a la perfección su mejor heredero: el 'Cholo' Simeone.

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