Fútbol

La tragedia del Real Madrid para la final de la Champions League

Xabi, tras el partido, junto con Sergio Ramos | EFE

El Real Madrid ya está en la final de la Champions de Lisboa. Una buena noticia que, en verdad, llegó acompañada de una tragedia. Tragedia en forma de ausencia. Xabi Alonso no podrá estar en la gran cita de la temporada y eso, más allá de ser una lástima para el tolosarra, supondrá una grave disfunción táctica que Ancelotti deberá corregir en los 25 días que le restan hasta disputar el duelo en tierras lusas.

La solución dependerá, en parte, de qué equipo sea el enemigo. No es lo mismo jugar sin Xabi contra el Chelsea, que hacerlo frente al Atlético de Madrid. En el caso de los 'blue', su rocosidad no consiste tanto en el dominio de la medular, sino en la acumulación de hombres cerca del área para salir a toda velocidad.

Es decir, que Ancelotti más que buscar la presencia de un hombre que controle la manija del equipo, necesitará un tipo rápido capaz de tapar las líneas de pase rival y que esté siempre bien posicionado. Ahí la presencia de Illarramendi gana peso frente a la de un Casemiro casi inédito esta temporada.

Sin embargo, en el caso del Atlético de Madrid, la sala de máquinas que forman Gabi y Mario Suárez conforman una pareja perfecta que, para colmo, mete mucho músculo a la medular, amén de un intento mayor de tener el esférico.

Esto es, hace falta un jugador capaz de entrar en esa batalla y de poder presionar sin descanso la posesión del esférico rojiblanco. Y en ese rol encaja más la presencia de Casemiro que la de un Illarramendi que ante un equipo como el Borussia, similar en este planteamiento al Atlético, abusó de su debilidad. Fue en el Signal Iduna Park donde Casemiro jugó sus mejores 20 minutos del curso conteniendo el ímpetu germano.

Sea como fuere, la ausencia de Xabi Alonso supondrá algo más que una baja más, toda vez que su capacidad para colocar al equipo y lanzarlo con pases en largo es clave. De hecho, la gran remontada blanca en Liga coincidió con su presencia en el campo tras recuperarse de sus problemas físicos. La pareja que forma con Modric en la medular es clave.

Cabe recordar que el 14 no estará en Lisboa por acumulación de tarjetas después de ver en el Allianz Arena su tercera amarilla. La amonestación se produjo con 0-3 en el marcador y el partido controlado. Alonso entró con fuerza a Schweinsteiger, lo que le supuso una amarilla que, ya desde el suelo, intuía. Es su tragedia. La suya y la del Real Madrid.

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