
La goleada del Real Madrid al Bayern de Múnich (0-4) no estuvo exenta de momentos tensos. Y es que el resultado hizo mucho daño en un equipo, el germano, acostumbrado a ganar día sí, día también. Por eso algunos jugadores no pudieron dejar escapar su ira.
Uno de ellos fue Frank Ribèry, quien, al borde del descanso, y con 0-3 ya en el marcador, se encaró con Carvajal después de que el lateral de Leganés le amargara la noche con un marcaje de sobresaliente.
En un córner a favor de los bávaros, y con Boateng, defensa central del Bayern, de por medio, el francés lanzó un tortazo a la cara del español.
Nada de caricia o exageración. Fue un tortazo. Tortazo ante el que Carvajal apenas reaccionó. El defensa prefirió no entrar a la provocación. Sólo miró al juez de fondo para advertirle de su actitud. Nada más.
El gesto fue aplaudido por sus compañeros. Y es que, pese a su juventud, el lateral derecho dejó entrever una enorme experiencia y sangre fría.
Haberse enzarzado habría supuesto, quizá, una tangana con riesgo de expulsión y de, por lo tanto, perderse la final de la Champions. No fue así. Carvajal no entró al trapo y el equipo lo agradeció.
Con todo, no fue la única acción dura del partido. Con 0-1 en el marcador, Dante pudo ser expulsado después de hacer una entrada muy dura a Cristiano Ronlado.
Con los tacos por delante, el brasileño arrasó con la planta de su pie el tobillo de CR7. Afortunadamente, el luso estaba en el aire y la lesión quedó en nada. El colegiado sólo mostró cartulina amarilla.