Carlo Ancelotti es un hombre transparente. Salvo contadas excepciones, cuenta en sala de prensa la mayoría de sus planes para los partidos que disputa su Real Madrid. Aunque sean duelos clave. Aunque en en ellos se juegue, por ejemplo, el pase a la final de la Champions League que podría dar al cuadro blanco la obsesiva 'Décima' como sucederá mañana en el Allianz Arena.
Pese a la trascendencia del duelo, 'Carletto' ha confesado que jugará con la BBC (Bale, Benzema, Cristiano) en el Allianz Arena. Así pues, el preparador blanco ha optado por no dar 'castigo' a ninguna de sus estrellas, pero a cambio, sacrificará a la última en llegar al Santiago Bernabéu. Porque Bale, en Alemania, deberá transformarse en algo distinto a lo que ha sido durante todo este curso.
Y es que, aunque el Real Madrid salga con tres delanteros, no jugará con el 4-4-3 con el que ha venido practicando todo el curso. No. Ancelotti volverá al 4-4-2 que ha usado en los tres últimos partidos, frente a Barça, al propio Bayern y el sábado frente a Osasuna.
En todos ellos Isco fue el encargado de ejercer de interior izquierdo y Di María, de interior derecho, mientras que la delantera la formaron siempre dos hombres: Bale - Benzema en la final de copa, Benzema - CR7 ante los germanos y CR7 y Morata contra Osasuna. En ninguno de esos tres partidos llegaron a coincidir los miembros de la BBC.
Pues bien, en Múnich sí que lo harán, pero Bale no jugará arriba, sino que volverá al medio campo para jugar como interior izquierdo, pegado a Coentrao y más con funciones defensivas que ofensivas, tal y como, por ejemplo, comenzó su carrera en el Tottenham. Porque Bale dio sus primeros pasos con un balón en los pies como lateral zurdo. Después evolucionó a interior y, más tarde a extremo con libertad para ejercer de falso delantero. En este último rol ha desempeñado su puesto en el Real Madrid. Mañana deberá volver al pasado.
¿Por qué ha decidido Ancelotti que el galés sea interior y no extremo y que, en tal caso, juegue él y no Isco? Sencillo. En primer lugar, cree que el 4-2-2 es un método eficaz para frenar la posesión y control de la bola que demostró ya el Bayern en Madrid.
El 'Expreso de Cárdiff' tiene, además, mejor capacidad para repeler el juego aéreo con el que cree que los germanos 'bombardearán' a los blancos. Para colmo, su zancada y velocidad le hacen ser un jugador vital en caso de que sea necesario jugar a la contra.
Así pues, Isco deberá esperar su turno en el banquillo ante la nueva competencia de un Bale reconvertido a interior izquierdo. Un sacrificio con el que Ancelotti espera lograr el pase a la final de la Champions en el infierno de Múnich.
Un doble 'castigo'