
La lesión de Cristiano Ronaldo, que le ha obligado a perderse los últimos partidos de su equipo, incluida la final de Copa ante el FC Barcelona, ha desembocado en una 'guerra' interna en el Real Madrid que amenaza con sacudir los cimientos de la entidad.
Según asegura en As el periodista Javier G. Matallanas, el problema nace en los servicios médicos. En uno de los bandos están el responsable de Sanitas, Carlos Díez y el jefe de fisioterapia, Pedro Chueca. Por otra parte se encuentra el doctor Jesús Olmo, aliado de la directiva y el último en llegar al club, junto a tres fisios de confianza.
Desde el club se considera que Sanitas ha tenido la culpa del error de diagnóstico que ha alargado notablemente la lesión del portugués, consistente en primer lugar en una dolencia en el tendón rotuliano y posteriormente en una rotura fibrilar en el bíceps femoral.
Los problemas del club con Sanitas no son nuevos, y desde las altas esferas de la entidad ya se barajan medidas drásticas para romper el acuerdo de colaboración iniciado en el año 2008. Es patente el descontento con dicha empresa entre los jugadores, que nunca han querido operarse con sus médicos, buscando en cada ocasión puntual los doctores de confianza necesarios para pasar por el quirófano.
Cristiano terminó tratándose con el fisioterapeuta de Pau Gasol, Joaquín Juan, lo que ha enfadado a parte de los servicios médicos, en un paso más de esta 'guerra' que amenaza con cambiar el esquema con el que el Real Madrid trabaja actualmente en su parte técnica.