
Tras el partido de ayer, cada vez se hace más real la maldición que parece sombrear al Atlético de Madrid cuando el equipo se enfrenta al lanzamiento de penaltis.
Aunque el equipo rojiblanco venció finalmente al Elche por 2-0, el mal rato se volvió a pasar ante la puerta custodiada por Manu Herrera, en el momento de aprovechar la pena máxima pitada a su favor.
Esta vez, fue Simeone el que tomó la decisión de quién lo tiraba, y resultó un completo error. El entrenador atlético mostró a sus jugadores nueve dedos, en alusión a David Villa, relata el diario Marca.
El fallo de Diego Costa hace solo una semana estaba parecía demasiado reciente y el técnico prefirió dar la oportunidad a su otro delantero. Desafortunadamente para Villa, Herrera estuvo más ágil y la maldición de los penaltis volvió a hacerse realidad.