Fútbol

El peor partido perfecto de Xavi

Xavi mira la pelota durante el entrenamiento en el Calderón | EFE

Xavi Hernández firmó anoche ante el Atlético de Madrid un partido perfecto. Perfecto en lo que a pases se refiere. Perfecto si lo que se busca es una pesadilla en Europa.

Porque el mediocampista culé (anoche capitán del equipo) logró un hito casi histórico. No falló ni un pase. Todos los dio de forma perfecta. De las 98 ocasiones en las que la bola salió de sus pies ni una sola se fue fuera o fue interceptada por un rival.

Para colmo, Xavi fue también el culé que, por muy sorprendente que suene, más corrió sobre el césped del Calderón. Ni Alves, ni Busquets, ni Jordi Alba llegaron a completar los 11'8 kilómetros que se desplazó el de Terrasa, sólo 400 metros por debajo de Koke, el hombre del Atlético que marcó el récord del partido con 12'2 kilómetros.

Sin embargo, todo ese derroche estadístico, esas cualidades especiales no taparon la realidad de un choque en el que Xavi fue un director de orquesta sin músicos a los que dirigir. Porque la mayoría de los pases que dio el capitán fueron en una zona de creación donde el Atlético no presionaba.

Los hombres de Simeone crearon una doble barrera contra la salida del esférico blaugrana. Una, adosada a la defensa. La otra, una vez se superaba el mediocampo. Entre una y otra vivió un Xavi que, al alzar la cabeza, sólo encontraba en sus costados jugadores vestidos de negro a los que dar la pelota. Ninguno de ellos tiraba desmarques por delante.

Nadie se movía de forma vertical. Sólo Neymar pareció intentarlo y en una de esas acción, también de las botas de Xavi, salió un pase que lo dejó delante de Courtois. El belga frenó el esférico y desbarató, así, la ocasión más clara de los culés.

Un equipo que vio como Xavi alcanzaba la perfección estadística pero, al igual que el resto de sus compañeros, rozaba el bochorno futbolístico en la competición que los encumbró hace no mucho tiempo como el mejor equipo del Mundo.

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