Fútbol

Los fallos de Diego López disparan las alarmas en Madrid y dan opciones a Casillas

Diego López ante Bacca en la jugada del 1-1 del colombiano | EFE

El debate de la portería del Real Madrid siempre está al acecho. Y anoche, tras la derrota blanca frente al Sevilla (2-1), se disparó hasta alcanzar límites nunca antes vistos en la presente temporada. Porque ayer, Diego López, el arquero titular para el torneo de la titularidad, no estuvo precisamente acertado. Más bien estuvo fallón.

El gallego no tuvo mucho trabajo. El conjunto hispalense no fue un torrente de ocasiones y acercamientos contra su portería. Sin embargo, en los momentos en los que tuvo que estar, Diego no estuvo. Falló en los dos goles y eso, con Casillas en el banquillo, tiene un precio.

El precio del debate. El precio de saberse más cuestionado que nunca y de tener que afrontar los próximos partidos con la presión de saber que una parte notable del madridismo y los medios de comunicación pedirán su cabeza, por mucho que otros exijan con la misma vehemencia su continuidad como voto de confianza por los muchos favores y grandes actuaciones que ha tenido este curso.

Pero lo de anoche no pertenece a este capítulo. Pertenece más bien al de los días grises que seguramente el 25 blanco quiera olvidar.

La pesadilla de Bacca

Dos jugadas tuvieron la culpa. La primera, la del 1-1 de Bacca, una jugada en la que al Real Madrid lo pillaron en ropa interior. Con el cuadro de Ancelotti lanzado al ataque, José Antonio Reyes aprovechó su velocidad para lanzar una de esas contras que tanto le gustan. Y fue en estas que metió un pase al hueco para que Bacca se quedar delante de Diego López.

Carvajal e Illarramendi trataron de ajustar el remate del colombiano. No fue un disparo limpio. Llegó forzado. Pero llegó. Y Diego López no lo hizo.

El arquero trató de dibujar el 'Cristo' argentino que tanto gusta en latinoamérica. Se lanzó con las rodillas al suelo, abrió los brazos pero de nada le sirvió su salida.

Algo tardía, no tapó hueco y la bola acabó dentro. Empate y jarro de agua fría para un Real Madrid que apenas había podido disfrutar del 0-1 de Cristiano. Sólo estuvo cinco minutos por delante en el marcador.

Después, en la segunda parte, Diego volvió a quedar en evidencia en otra contra. Esta vez fue Rakitic el encargado de lanzarla con un genial sombrero de tacón que Pepe se comió en la medular. La galopada del croata acabó en otro pase cruzado para el desmarque en diagonal de Bacca.

El colombiano volvió a llegar al área solo y solo disparó ante la portería de un Diego que de nuevo no llegó a estar lo suficientemente rápido como para tapar hueco y arco. El remate del 9 hispalense acabó dentro.

Era el 2-1 y la certificación de una derrota que deja a los blancos terceros en la tabla y señalado a un portero que deberá volver a recuperar el terreno perdido si no quiere que Casillas salga del banquillo para recuperar aquello que hace sólo una temporada y media era suyo: la portería del Real Madrid.

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