Fútbol

Guardiola admite que los jugadores fueron los culpables de su adiós del Barça

Guardiola, en el vestuario del Bayern de Múnich | Reuters

Pep Guardiola, el técnico de moda en Alemania, es un hombre nuevo. No lo decimos nosotros. Lo afirma él mismo. Su periplo en el Bayern de Múnich, afirma, le ha cambiado la vida. Ha vuelto a gozar de la pasión por el fútbol que empezó a perder en la temporada 2011-2012, aquella en la que dejó el Barça por que, según su propia versión de aquella despedida "no era ya capaz de motivar a los jugadores".

Así lo ha afirmado el preparador de Santpedor en una entrevista concedida a la página web autopista.es en la que ha repasado su presente y su pasado como técnico del Bayern y Barça respectivamente. Acompañado de Rupert Stadler,director del consejo de administración de Audi (uno de los accionistas y patrocinadores del conjunto bávaro), Pep da por primera vez su versión pausada sobre sus últimos pasos en Barcelona y los primeros en Múnich.

En el primer apartado, el de su adiós del Camp Nou, Pep señaló las semifinales de la Champions frente al Chelsea como el principio del fin.

"Éramos mucho mejores que nuestros rivales, pero concedimos un gol innecesario en la vuelta y antes que nos diéramos cuenta estábamos eliminados. Aquello supuso una gran derrota para mí. Me sentí como si no pudiera volver a levantar a mi equipo. Si ya no puedes motivar a tus jugadores, como entrenador, sabes que ha llegado el momento de marcharse", ha afirmado el de Santpedor.

Por eso decidió que era mejor dejar el club y coger fuerzas porque "liderar un equipo exige toneladas de energía. En otras palabras, hay momentos en los que necesitas recargar las baterías. Eso es lo que yo hice cuando me tomé un año sabático en Nueva York. Fue muy importante para mí, para mi familia y también para mi anterior equipo", añade.

Un equipo que bajó el rendimiento con respecto a los años en los que él dirigía a la escuadra culé. Y es que la consecución de tantos títulos es, según Pep, un factor que puede lastrar el rendimiento de una plantilla como la blaugrana.

"Catorce títulos en sólo cuatro años, fue el mejor periodo en toda la historia del Club. Pero eso puede ser también una losa. Encontré, progresivamente, dificultades para motivarme a mí mismo y al equipo. Con el Barcelona ya lo había ganado todo, tanto como jugador como entrenador. Y me di cuenta que al equipo le estaba resultando cada vez más difícil", añadió.

Además, añade Guardiola, tener un buen puñado de estrellas puede también ser peligroso para la convivencia en un vestuario.

"Puedes llegar a situaciones donde la diversidad también puede ser destructiva. Todo el mundo quiere jugar, pero sólo puedes poner a once jugadores en el campo a la vez. A los que deje como suplentes son los que probablemente no estarán contentos con mi decisión. Y entonces, está la presión, por parte de la prensa y de los fans, de tener que seleccionar a determinados jugadores. Cada vez que dejaba a Messi en el banquillo, por ejemplo, se armaba el lío en Barcelona", alegó.

Además, Guardiola admite que ya coqueteó con el Bayern cuando estaba en el Barça. "Mi primer contacto con el Bayern de Munich fue en la Audi Cup de 2011. Tomando un espresso en el VIP Lounge, estuve hablando con Karl-Heinz Rummenigge y con Uli Hoeness sobre mis planes de futuro. El éxito actual del Bayern no se podía prever en el aquel momento. Pero el reto para mí es sencillamente entrenar a un nuevo equipo y continuar los logros conseguidos por mi predecesor, Jupp Heynckes", desveló.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky