Fútbol

Zidane se alía con Iker Casillas

Zidane, en un partido en el Santiago Bernabéu | Reuters

El momento de forma del Real Madrid habla de una situación extraordinaria. Pese al empate del domingo en el derbi del Calderón, el cuadro blanco mantiene el liderato de la Liga.

En Champions, los de Ancelotti ya miran a cuartos de final tras barrer al Schalke 04. Además, se está a sólo un paso de poder levantar la Copa del Rey. El triplete parece una realidad factible.

Tanto, que más de un miembro de la plantilla blanca ya se ha lanzado a hablar sin pudor del objetivo de levantar tres títulos cuando acabe el curso. Iker Casillas fue el primero en hacerlo.

En una entrevista concedida a un patrocinador del club, el capitán usó el optimismo para firmar su deseo del año: "Ganar los tres títulos, que es algo que hace mucho que no se consigue, estaría bien", dijo.

Poco tiempo después, sin embargo, fue Sergio Ramos el que opinó del tema. El de Camas, tirando de galones y ejerciendo de capitán alternativo, prefirió rebajar la euforia de su compañero y poner los pies en la tierra.

"Yo siempre lo he dicho, aspiramos a todos. Pero a día de hoy no hemos conseguido ninguno. No es momento de sacar pecho por nada. Hay que mantener la máxima calma", afirmó en lo que más de una voz autorizada del vestuario blanco interpretó como una suerte de 'capón' del defensa a su compañero (y amigo) en el Real Madrid y la selección española.

Hoy, sin embargo, el portero blanco se ha encontrado con un aliado inesperado en esta suerte de debate sobre si hablar del triplete es o no un asunto que favorezca a los intereses merengues. Zinedine Zidane, segundo entrenador del Real Madrid y asistente de Ancelotti, no lo ha dudado.

"Claro que se debe hablar de la posibilidad de ganar el triplete. Cuando juegas en el Real Madrid ya sabes cuáles son los objetivos y siempre hay que apuntar al máximo. En el Real Madrid sólo vale el ganar lo que se tiene por delante", ha dicho en una entrevista que ha concedido a El Confidencial.

Su mensaje supone una inyección de ánimo a aquellos que defienden la vía de la euforia casi sin tapujos. Otros madridistas (jugadores y directivos), prefieren la senda de la prudencia y se basan en la experiencia reciente de la temporada 2003-2004 para consolidar sus argumentos. Aquella campaña, con Zidane, por cierto, en la plantilla de Queiroz, el Real Madrid rozó también el triplete pero acabó sin títulos y con la sensación de haber hecho uno de los peores campeonatos de la década.

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