La polémica sobre el partido entre el Manchester City y el FC Barcelona sigue todavía caliente después horas después de que el duelo acabara con victoria culé 0-2.
El técnico local, Manuel Pellegrini, se salió de su linea habitual para, tras el duelo, cargar con dureza contra el colegiado, el sueco Eriksson, al que acusó de una especie de arbitraje premeditado a favor del Barça después de que en 2012 se equivocara hasta en cuatro ocasiones en contra el cuadro entonces entrenado por Guardiola frente al Milan.
En esta ocasión las protestas se centran en dos acciones que son casi consecutivas. La más importante, la que se refiere al penalti cometido por Demichelis sobre Messi.
La acción empieza fuera del área, algo que, según el chileno, debería haber hecho que la falta se pitase fuera de la zona de castigo. El reglamento FIFA a este respecto es claro: sí es penalti aunque la acción comience lejos del área.
Sea como fuere, para Pellegrini y los suyos el debate sobre esta acción jamás debería haber existido porque toda la jugada viene precedida de una falta de Busquets a Navas. El medio del Barça cargó contra el andaluz y le robó la pelota pero lo hizo, según la visión del City, con falta.
Luego siguió la jugada y acabó en el pase que hizo que Messi encarase a Hart y que Demichelis lo derribara provocando el penalti de la polémica.
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