Fútbol

Xabi Alonso, entre sus patadas invisibles y los golpes que recibe

Xabi Alonso, en un salto disputado en el partido contra el Getafe | EFE

En el mundo de fútbol hay jugadores que arrastran fama de ser dandis. Hombres capaces de gestionar jugadas imposibles con una elegancia de movimientos que parece vetada para otros. Xabi Alonso es uno de esos hombres, especialmente en el arte del pase en largo. Sus desplazamientos son casi perfectos. Parecen diseñados por ordenador. Una fantasía en forma de balón a toda velocidad a decenas de metro de distancia.

Sin embargo, en el caso del tolosarra, su finura en los desplazamientos choca, por momentos, con su cara B, es que ese encarga de frenar a los rivales por lo civil o lo criminal, que diría Luis Aragonés.

Y eso, obvio, termina generándole más de una enemistad que acaba en forma de patadas por parte de los rivales. Es el pan nuestro de cada día para el medio blanco: dar de forma invisible y recibir, en ocasiones, de forma no tan oculta.

El pasado derbi frente al Atlético de Madrid fue un recital de esta batalla que, día sí, día también mantiene el 14 con todo lo que le rodea. En aquel partido fueron Raúl García y el 'Cebolla' Rodríguez, los encargados de chocar con él constantemente. Con el navarro, por ejemplo, tuvo un puñado de acciones que acabaron en empujones, miradas, piernas sueltas que buscaban la del contrario o intercambio feo de palabras.

Con el 'cebolla' los piques fueron menores, pero acabaron en una dura entrada del uruguayo que acabó llamando "cagón" a Alonso.

Y es que, en ocasiones, a Alonso le buscan. En otras él es el que busca a los contrarios. Sucedió en el Coliseum Alfonso Pérez cuando mantuvo también un interesante intercambio de faltas con Borja Fernández, Juan Rodríguez o Pedro León.

Especialmente dura fue uno de los lances que mantuvo con el primero de los mediocampistas azulones, cuando, con el crono marcando el minuto 15 de partido, el madridista le dio un pisotón en el gemelo. El colegiado no vio la acción y no mostró ni cartulina amarilla.

El propio Borja le tomó la matrícula y en la segunda mitad especialmente tuvo algún lance con Xabi al igual que un Diego Castro que acusó al internacional de sacar los codos a pasear antes de protagonizar también alguna entrada con él.

Una suerte de 'guerra de guerrillas' que acabó sin tarjeta alguna para lo protagonista de tanta gresca, la enésima que vuelve a rodear a Xabi Alonso en los últimos partidos del Real Madrid.

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