Fútbol

El tapado para el banquillo del Barça

Paco Jémez saluda a Mourinho en un partido en Vallecas | EFE

Sucedió el pasado verano. La noticia cayó como una bomba en el vestuario del Barça. Tito Vilanova lo dejaba. Se marchaba por problemas de salud. El club se quedaba sin entrenador y desde la entidad se tenía que buscar un sustituto a toda velocidad. Pronto se elaboró una lista de la que se filtraron nombres como Ernesto Valverde, Luis Enrique, Laudrup o Gerardo el Tata Martino.

Los dos españoles no pudieron fichar por el cuadro culé por problemas burocráticos. Valverde esperó la llamada de Zubizarreta en primavera, pero ya en el Athletic entendía que no podía irse de San Mamés. Luis Enrique no gustaba a todos y, para colmo, había que pagar cláusula de rescisión. No era la manera.

En el caso de Laudrup, el problema era el propio técnico. El danés no quería dejar el Swansea. Prefería seguir en Inglaterra. Así pues, Martino fue por convicción y descarte el elegido. Aunque pudo no ser así.

Hoy el diario Marca ha revelado que hubo otro técnico que pudo sentarse en banquillo culé. Que gustaba mucho y que aún hoy sigue en la lista de preferencias blaugrana. Quién sabe si Martino cumple la amenaza que llegó desde Argentina y termina marchándose a final de curso. Ese hombre es Paco Jémez, el técnico del Rayo Vallecano.

Que un técnico tan modesto como él aparezca en las quinielas puede sorprender. Aunque quizá no tanto si se tiene en cuenta que otro grande, el Real Madrid, pensó en él cuando la relación entre Mourinho y el club se hizo insostenible. En aquella ocasión fue Florentino Pérez el encargado de sugerir su figura, aunque pronto los planes se desviaron hacia otros derroteros. Demasiado riesgo para una entidad como la blanca.

En el caso del Barça, sin embargo, el perfil que gusta es diferente. Desde que Guardiola se hiciera con el timón después de haber dirigido sólo al filial en Tercera División, más de uno cree que la experiencia en un grande no es un requisito indispensable para acabar en el banquillo blaugrana. Por eso Paco Jémez no era una opción inviable.

Es más, su perfil encaja mucho en el de técnico que tanto gusta por territorios culés. Su fútbol apuesta por el toque y la posesión. De hecho, ha sido el único capaz de arrebatarle la posesión a los blaugrana. Sucedió en el Rayo - Barça de la primera vuelta. El Barça sólo logró el 48% del control del esférico. Todo un hito que, además, estuvo acompañado de una defensa adelantada y de una incurable obsesión por evitar el pelotazo.

Si se tiene en cuenta que compartió vestuario en la Selección con Guardiola y que ambos se sacaron el carné de entrenador juntos,el resultado final es un currículum personal que encaja. Su personalidad aguerrida y su gestión sincera, cercana, pero a la vez exigente del vestuario le hace ganar enteros.

Él, además, no se arruga ante el reto. "Yo creo que valgo, pero a lo mejor mi forma de ser no encaja. Lo que queda claro es que nunca cambiaré. Si me tuviera que costar el puesto como me ha costado en otros equipos, que me cueste", comentó hace poco en la revista Deporcam.

De hecho, en la misma entrevista confiesa que de pequeño era culé "después me cambié al Real Madrid. Soñaba jugar en alguno de los dos y luego en la selección", añade.

Aunque su equipo marcha el segundo por la cola a cuatro puntos de la salvación, la imagen del técnico sigue impoluta. Méritos que quizá le puedan servir en breve para hacer realidad su sueño y cumplir el fichaje que rozó el curso pasado antes de que Martino acabase convirtiéndose en el técnico del Barça.

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