Atlético de Madrid y Real Madrid se jugarán esta noche (21:00) la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Lo harán en el Calderón y con el marcador más que a favor de los blancos. El 3-0 de la ida debería ser suficiente para que fueran los visitantes los que pasasen de ronda. Pero en el Paseo de la Castellana no se fían. Y sus miedos tiene nombre de pesadilla reciente. Diego Pablo Simeone es la trampa con la que sueñan los hombres de Ancelotti.
Una trampa con efecto retardado y consecuencias que podrían ir más allá del partido esta noche. Porque nadie duda en el Bernabéu de que Simeone es uno de esos técnicos que hace que sus equipos mueran matando. Y más si el que tienen delante es el eterno enemigo.
Saben que los colchoneros tratarán de sacarles de sus casillas para caer en una espiral desesperada que les pueda hacer perder el partido y, por extensión, en la eliminatoria de esta noche.
Y si no lo consiguieran (la eliminación, decimos), los atléticos tratarán de crear el mayor daño posible en el rival en forma de expulsiones o tarjetas que puedan dejar lastrado al equipo para el siguiente choque, es decir, para la final.
Así, por ejemplo, se sabe que Ancelotti sacará del once a uno de sus dos centrales (Pepe y Ramos están apercibidos) para que Varane ocupe su puesto. ¿Qué central será el encargado de dejar su vacante al francés? Lo más probable es que se trate de Pepe, más caliente ante los piques de sus rivales y, por lo tanto, más susceptible que Ramos de ver una amarilla y de que se pierda el último partido del torneo, presumiblemente ante el Barça.
Ramos, con todo, no lo tendrá fácil para evitar las amarillas y que, por lo tanto, sea él quien se marche a la calle. Su historial reciente le hace ser un hombre susceptible de ser sancionado. No será el único. Arbeloa (el otro protagonista negativo del duelo con los rojiblancos en la ida) también será otro de los hombres que, a buen seguro, busquen los rojiblancos. Él y Coentrao ya sufrieron mucho en el partido de Liga y la consigna del Cholo será repetir cebándose con ellos.
Cristiano Ronaldo será el último de los hombres que recibirá las iras del Calderón y presumiblemente de buena parte del Atlético de Madrid.
Su antecedente, expulsión incluida, en Bilbao y su rendimiento irregular en lo que llevamos de año le hace ser un hombre susceptible de ser sacado de quicio y, quizá, con opciones de ver una peligrosa tarjeta por enfadarse tal y como sucedió en la final del curso pasado, cuando los pupilos del argentino acabaron desesperándolo hasta hacer que viera la roja.
La consigna de Ancelotti, así pues, es evidente, evitar provocaciones atléticas y, por ende, las trampas de Simeone
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Carlo Ancelotti
Ex entrenador del Real Madrid
El Cholo más provocador
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