El FC Barcelona sigue inmerso en un buen puñado de problemas jurídicos que, lejos de disiparse, aumentan con el paso del tiempo. Una tendencia que está, además, provocando problemas y grietas en el seno de la nueva junta directiva blaugrana. La solidez que proclama el nuevo presidente, Josep María Bartomeu, no parece tal. Al menos si nos atenemos a la evolución del club ante la famosa querella presentada por Jordi Cases, socio blaugrana, ante el ya ex presidente Sandro Rosell.
El pasado fin de semana Cases anunció que iba a dar marcha atrás para retirar la denuncia, pero ante las promesas incumplidas desde el club, finalmente ayer se reiteró en sus intenciones. El proceso seguirá su curso hasta que el Barça no le garantice por escrito que no lo denunciará pidiendo millones de euros de indemnización por daños a la imagen del club.
¿Qué ha sucedido para que Cases se mantenga firme en sus intenciones iniciales? Las versiones son distintas, pero todas las miradas apuntan a Toni Freixa, portavoz de la junta directiva y hombre con quien Bartomeu ya había tenido alguna fricción en el pasado.
Según algunas fuentes cercanas al entorno culé y según el propio Cases y su abogado, Felipe Izquierdo, Freixa se ha negado a reunirse con el socio para firmar el documento pactado entre él y el club.
El sábado pasado, Jordi Cardoner, responsable del área social del Barça había prometido que sí, que habría paz, que no se tomarían represalias y que, además, se firmaría un escrito exonerando a Cases de cualquier responsabilidad.
Sin embargo, llegado el momento cúlmen, Freixa, como secretario de la junta directiva, se negó a firmarlo y el escrito, por lo tanto, no tuvo validez.
Cuenta Izquierdo que Freixa dio hasta en dos ocasiones evasivas para verse con él y su representado y que, ante esta actitud, se decidió seguir adelante con la demanda.
Es decir, que fue la 'rebeldía' de Freixa la que impidió que hubiera acuerdo con Cases, aunque el propio Bartomeu había dado luz verde al acuerdo entre todas las partes.
Hoy el presidente blaugrana, ante la evidencia de los hechos, ha preferido dar marcha atrás y en una entrevista concedida a Catalunya Radio, ha negado que el club vaya a firmar ningún compromiso para exonerar a Cases de responsabilidades jurídicas. El lío, así pues, parece que continuará.
Ya ayer por la tarde, fuentes del Barça confirmaron esta tendencia a EFE al tiempo que trataban de proteger la controvertida figura de Freixa. "Freixa no va por libre, ni nadie estos últimos días ha planteado que el Barça firme un documento",señaló un directivo desmintiendo la versión del socio.
Un caos que no hace más que enredar en las relaciones entre los miembros de la cúpula directiva blaugrana ahora que Sandro Rosell se ha marchado del palco. El propio Bartomeu anunció que en breve podría haber una reestructuración de funciones, si bien no habría más despedidas.
"No cambiaremos de ministros, pero sí habrá cambios de cartera", anunció sin hacer más referencias. Cambios que podrían ir encaminados a frenar estas distancias e incluso a proteger a algunos de sus protagonistas, desgastados tras polémicas pasadas, como las mantenidas por Javier Faus (vpte económico) y Messi o las provocadas por Freixa y algunas declaraciones controvertidas.
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Madrid es el problema