David Villa fichó el pasado verano por el Atlético de Madrid como su jugador bandera para la presente temporada. Lo hizo, además, por un precio que desde el Calderón se veía como más que razonable.
El Barça se lo había dejado por apenas 5,1 millones de euros que el club colchonero tendría que pagar en tres anualidades.
Sin embargo, esta modalidad de contrato escondía una fórmula de contrato particular. Villa debe renovar año a año y, si finalmente lo hace, es el Atlético de Madrid el que debe pagar cada uno de los plazos (2,1 + 2 + 1 millón de euros) a la entidad blaugrana. En caso contrario, el Atlético deberá dar el 50% del dinero que reciba por un supuesto traspaso a la entidad blaugrana.
Y es que, aunque el campeón del mundo se ha convertido en uno de los hombres más queridos por la afición colchonera, sus números dentro del campo están dejando algo que desear, toda vez que Villa no ni siquiera el segundo máximo goleador del equipo rojiblanco.
Detrás de Diego Costa (23 goles) se sitúa Raúl García (12 tantos). Villa es el tercer artillero atlético con diez tantos. Además, la mayoría de estos goles han llegado en el inicio del campeonato. Resulta curioso que el navarro, suplente habitual para Simeone, sea más efectivo que un hombre que es titular sí o sí.
Cierto es que el argentino confía plenamente en Villa, pero no menos cierto es que en algún partido le ha sentado en el banquillo y que la inversión de dos millones de euros y el elevado sueldo del 'Guaje' hacen que en el Calderón se lo estén pensando. Hoy el diario As publica que desde Estambul el Galatasaray ha mostrado interés en el futbolista ante la inminente marcha de Drogba.
No es el único equipo europeo que seguramente llame a su puerta. Otros conjuntos como el Arsenal o el Tottenham mostraron interés por él y no descartan volver a intentarlo siempre que se rebaje su sueldo.
Entre tanto, el asturiano no sólo se está jugando su futuro en Madrid, sino también su participación en el próximo Mundial de Brasil, donde, a priori, tiene el puesto asegurado, aunque el buen momento de otros atacantes como Negredo, Llorente, Diego Costa e incluso extremos como Callejón o Jesé hacen que Del Bosque pueda tener dudas de cara al futuro del combinado nacional.
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Una rara suplencia