El futbolista galés del Real Madrid, Gareth Bale, sumó un fiasco más a su todavía incipiente trayectoria en el equipo merengue, al firmar un más que discreto partido en campo del Espanyol.
Bale salió de inicio y jugó 75 minutos, hasta que fue reemplazado por el canterano Jesé Rodríguez a falta de 15 minutos para el final del encuentro.
El británico estuvo prácticamente desaparecido. No compareció. Se le esperaba, pero dejó el protagonismo en manos de otros hombres. Aparecieron Modric y Di María. Incluso alguna vez Cristiano, aunque tampoco fue su mejor día. Pero él nada.
De este modo, se multiplican las opiniones de quienes piensan que el Real Madrid pagó un precio excesivo por un hombre que no termina de adaptarse al juego de la Liga, ya que hasta la fecha, entre lesiones y partidos discretos, su aportación ha sido discreta (al menos en compareción con el precio desembolsado).
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