Fútbol

El tiempo da la razón a Ancelotti y su alternancia entre Diego López y Casillas

Delaney hace falta a Casillas en un gol anulado al Copenhague | EFE

El Real Madrid se encuentra en un dulce momento. Los de Carlo Ancelotti parecen lanzados (salvo excepciones coperas) y detrás de su nueva racha se esconden un buen puñado de razones.

La eficacia de Cristiano Ronaldo, el regreso de Xabi, la solidez defensiva... argumentos detrás de los que se esconde otro factor importante: su portería. Diego López e Iker Casillas están demostrando un elevadísimo nivel en Liga y Champions.

Una alternancia que empieza a dar la razón a Carlo Ancelotti. Lo que parecía en un primer momento una rocambolesca manera de quitarse de en medio el debate sobre el arco blanco se ha terminado convirtiendo en la solución perfecta para dar competitividad al puesto y que eso se refleje en los resultados.

En sus últimos cinco partidos el Real Madrid sólo ha encajado un gol en contra. Fue contra el Galatasaray, en Liga de Campeones. En los otros cuatro (dos de Liga, uno de Copa y otro de Champions), los rivales del Real Madrid se han tenido que conformar con ver como Diego López y Casillas lo paraban todo. Lo repelían todo.

Nadie, dentro y fuera del vestuario, parece ya dudar de este intercambio de posiciones entre guardametas. Tanto monta, monta tanto. Las diferencias son apenas ínfimas en el rendimiento de uno y otro.

De hecho, si tiramos de estadísticas, ambos paran casi de idéntica manera. Diego López ha jugado un total de 16 partidos esta temporada en los que ha hecho 82 paradas, esto es, 5'1 paradas por partido. Casillas, por su parte, ha jugador siete encuentros y ha realizado 38 paradas, es decir, 5'4 por partido.

Los dos, además, han protagonizados grandes partidos. Si Diego López salvó, por ejemplo, a los blancos frente a Villarreal, Elche o Levante con acciones de mucho mérito, Casillas lo hizo ante Copenhague, y Juventus (en ambos partidos).

Así pues, nada apunta a que Ancelotti vaya a cambiar su modus operandi hasta la fecha, más si se tiene en cuenta que los próximos meses de enero y febrero estarán exentos de Champions, pero sí habrá partidos de Copa del Rey. Si el Real Madrid sigue superando eliminatorias, será la manera ideal de que Casillas vaya cogiendo forma para cuando llegue octavos de la Champions, a finales precisamente de febrero.

Una forma de actuar que se mantendrá hasta fin de campaña, momento en el que volverá a nacer con fuerza las dudas sobre el futuro de Casillas. Porque, aunque este curso esté dando un buen rendimiento, nadie duda de que a Iker no le vale sólo con ser titular en Champions y Copa. Él lo quiere todo y, hoy por hoy, en el Real Madrid no le garantizan los minutos que anhela.

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