Cristiano Ronaldo protagonizó este martes una de las acciones más curiosas de la última jornada de la fase de grupos en esta Liga de Campeones. El portugués falló un penalti ante el Copenhague por lanzarlo a lo Panenka con escasísima fuerza, lo que provocó que el portero danés le acertara la acción y pudiera despejar la bola sin problemas.
"Fue un penalti displicente", dijo Cristiano al acabar el partido, tratándole de restar importancia toda vez que el partido ya estaba resuelto (corría el minuto 88).
Sin embargo, el tanto pudo haber sido histórico, ya que habría dado al Real Madrid el privilegio de haber sido el equipo más goleador en una fase de grupos de la Champions y a CR7 la opción de ser el máximo goleador en una fase de grupos con diez tantos y no con nueve como finalmente ha quedado establecido su récord.