
Frank Ribèry, jugador francés del Bayern de Múnich, se encuentra en su mejor momento de forma. Tras haber conquistado el triplete con los bávaros y el premio al mejor jugador de la UEFA, emerge como el más serio candidato a llevarse el Balón de Oro con Cristiano Ronaldo. Ambos pudieron haber jugado juntos en el Real Madrid allá por 2010.
Lo reconoce el propio Ribèry. En una entrevista a BeinSport, el galo afirma que Zidane casi lo convierte en jugador blanco. "El Barcelona y el Madrid son equipos muy grandes. Hubo un momento en el que los dos se interesaron por mí. Me gustaban los dos, pero me sentí mas cerca del Madrid que del Barcelona. Zidane quería que fuese a Madrid y lo intentó al máximo", revela.
Las intentonas de Zizou llegaron en 2009 y 2010, cuando Florentino Pérez regresó a la presidencia blanca y se marcó como objetivo reforzar el equipo como nunca antes se había visto. En parte lo consiguió.
En el mercado de fichajes de aquel verano el Real Madrid compró a Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema, Xabi Alonso, Arbeloa, Albiol, Granero...
Casi 300 millones de euros e incorporaciones que preveían la llegada de Ribèry. Sin embargo, el fichaje del francés se hizo más que complicado. El Bayern de Múnich no soltaba a su estrella y desde la capital veían complicado elevar demasiado la inversión en el francés.
Por eso desde las oficinas del Bernabéu decidieron aplazar la operación. Ribèry sería el primer fichaje galáctico para la siguiente temporada, la 2010-2011. Sin embargo, la operación nunca llegó a buen puerto. Y eso que su año fue extraordinario, al contrario que el de un Real Madrid tocado.
El Bayern llegó a la final de la Champions y demostró una superioridad incontestable que se basó en el propio Ribèry y en Robben, vendido precisamente por el Real Madrid al Bayern al cierre del mercado de fichajes. Mientras, los blancos veían como la era Pellegrini llegaba a su fin manchada por las eliminaciones ante el Alcorcón y Olympique de Lyon en Copa y Champions.
¿Por qué no se cerró la operación? La culpa la tuvo un lío de faldas. El que involucró a Ribèry en un mediático caso de supuesto proxenetismo tras haber mantenido, también supuestamente, relaciones con una prostituta menor de edad. El caso, en el que también se vio salpicado Benzema, saltó a los medios públicos de medio mundo con todo tipo de detalles morbosos que la meretriz en cuestión, de nombre Zahia, fue filtrando a las páginas de la prensa rosa y amarilla.
Fue entonces cuando en el Real Madrid, poco a poco, empezaron a enfriar la llegada del jugador. No sentaba demasiado bien en la planta noble del Bernabéu eso de saber que su próximo fichaje estaba involucrado en este tipo de escándalos, más si cabe teniendo en cuenta la importancia que dan los blancos a la imagen y la mercadotecnia. Así, llegado el mes de abril, el Real Madrid ya tenía claro que tenía que girar sus intereses.
Los blancos empezaron a negociar por David Silva e incluso llegaron a un acuerdo con el Valencia, aunque Mourinho frenó la operación. Mientras, en Alemania, un Ribèry recluido en su profesión, renovó por el Bayern y dio carpetazo a un episodio oscuro de su vida que hoy es más que pasado. Su estado de forma demuestra que su juego sí que podría estar a la altura de un fichaje galáctico. Zidane llevaba razón.