
Las relaciones de tensión entre el Real Madrid y el FC Barcelona han tenido un puñado de personajes que han atraído la mayor parte de los odios rivales. Jugadores como Figo, Luis Enrique, Pepe, Cristiano Ronaldo, Piqué, Alves, Xavi o Mourinho son algunos de los más recientes. Lista en la que un jugador blaugrada ha ganado posiciones a gran velocidad gracias a sus últimos clásicos. Busquets se ganado a pulso ser el enemigo número uno del madridismo.
Un mérito (o demérito) asentado tras el partido del pasado sábado, cuando Busquets protagonizó dos episodios extradeportivos que han terminado por encrespar más si cabe a los aficionados del eterno rival.
La primera sucedió sobre el terreno de juego, cuando Busquets increpó a Cristiano Ronaldo mientras éste protestaba a Undiano Mallenco. Al poco de marcar Alexis el 2-0, el portugués se dirigió al colegiado para gritarle "¡Cagón!", a lo que Busquets respondió apenas a unos metros de distancia con un reiterado. "¡Llorón!" que captaron las cámaras de Cuatro.
Minutos más tarde, cuando el encuentro acabó, Busquets salió a la zona mixta para criticar con dureza al Real Madrid y a sus jugadores por sus comentarios sobre Undiano Mallenco. "Estamos acostumbrados. Cada vez que pierden, la excusa fácil es el árbitro. Ellos no se pueden quejar después de lo que hemos visto esta temporada", dijo en unas declaraciones que contrastaron, por ejemplo, con las de Xavi Hernández.
El segundo capitán culé se limitó a valorar las acciones polémicas con un sencillo "no las han pitado; mejor para nosotros", que deja entrever que, efectivamente, hubo fallos arbitrales a favor de su equipos.
Lista de desencuentros
Llueve sobre mojado. Las tensiones entre Busquets y el Real Madrid vienen de lejos. Todo comenzó cuando el mediocentro llamó supuestamente 'mono' a Marcelo en la ida de las semifinales de Champions en 2011. El Barça afirmó que había gritado 'morro' pero nadie en el vestuario blanco le creyó. Al final la sanción quedó en nada.
Un año antes, su 'teatro' ante el codazo de Thiago en el Barça - Inter ya le hizo ganarse buena parte del desprecio blanco. Un desprecio que se prolongó con otros episodios. El algunos, por salir beneficiado por los árbitros (su no expulsión en Villarreal después de ver dos amarillas, la mano que no fue roja en Anoeta...). En otros, por cargar directamente contra Mourinho. También hubo episodios de 'teatro' frente a los blancos o, simplemente, palabras que en la capital sonaron a mofa.
Una larga lista que creció el sábado pasado y que transforma al mediocentro catalán en uno de los personajes más indeseados para la afición blanca.