Fútbol

Carles Puyol y una prueba de la que podría depender su carrera

Puyol, durante un entrenamiento de recuperación. | EFE

Carles Puyol tiene apuntada la fecha de hoy, 10 de octubre de 2013, como una de las fechas más importantes de su carrera. Hoy volverá a jugar tras casi siete meses lejos de los terrenos de juego.

Será en un amistoso de entrenamiento contra el Sant Andreu de 2ªB, partido concertado ex profeso para testar el nivel físico del capitán culé. Si la prueba sale bien, el jugador estará listo para jugar contra Osasuna el día 19 y quizá algo más. Porque de lo que pase en ese duelo y en el resto de la temporada depende, en buena medida, 'Puyi' pueda seguir jugando al fútbol que medite su retirada al final del campeonato.

No es la primera vez que le sucede. El propio Puyol confesó en un relato solidario que casi tira la toalla en 2011 tras un año complicado plagado de dolencias físicas. Pensaba que no se recuperaría. Que no habría retorno a los terrenos de juego. Pero su entorno lo convenció y él siguió peleando para demostrarse que sí, que estaba preparado para jugar de nuevo.

Sin embargo, las temporadas siguientes no fueron fáciles para un futbolista que ha sufrido ya 37 lesiones de cierta gravedad a lo largo de su carrera y que no ha podido jugar con España en la Euro de 2012 y la Confederaciones de 2013 precisamente por estar en proceso de recuperación.

La última dolencia llegó, además, acompañada de ciertos tintes de polémica. Puyol se operó de la rodilla tras verse como suplente en Barça - Milan en el que el conjunto culé remontó el 2-0 de la ida con un 4-0 espectacular.

Fuentes del club afirmaron que el capitán no advirtió de la operación y que lo hizo por su cuenta. Sólo Del Bosque, afirman estas versiones, supo de su intervención porque la mañana antes de entrar en quirófano daría la lista de convocados para un compromiso de la Selección. El jugador quería que su míster supiera de su indisposición para jugar.

Él, Puyol, niega la mayor y afirma que en todo momento el club supo de sus movimientos médicos. Sea como fuere, aquella operación de rodilla (arrastraba molestias desde el principio de temporada) fue el principio de otra tortuosa recuperación.

A sus 35 años, Puyol ha necesitado más tiempo y esfuerzo del previsto para estar de nuevo a las órdenes de Gerardo, el Tata, Martino. Si en un primer momento se pensaba que podría comenzar con el resto de sus compañeros a mediados de agosto, más tarde se alargó al debut del Barça en la Liga de Campeones. Tampoco pudo ser.

Ahora, un mes después, el jugador se somete a la prueba definitiva para saber si estará listo o no para jugar en competición oficial. Aunque la prueba sea positiva, esto no significa que Puyol pueda volver a disputar partidos a su ritmo habitual.

Los servicios médicos del Barça afirman que las rodillas del central tienen un 'kilometraje limitado', lo que significa que no puede mantener con garantías de seguridad un ritmo de más de un partido a la semana.

Aun así, Puyol lo tiene claro. Quiere seguir en el Barça hasta los 40 años y peleará por ello. Su contrato vigente (y renovado a principios de 2013) le vincula al club de su vida hasta los 38 años, esto es, hasta junio de 2016. 'Puyi', sin embargo, desea seguir jugando a fútbol hasta 2018, casi 20 años después de su debut en 1999, cuando Van Gaal le dio su primera oportunidad como lateral derecho del equipo del centenario.

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