Fútbol

Los 'charcos' del inexperto 'Tata' Martino

Martino, durante la comparecencia de este lunes | EFE

Gerardo, Tata, Martino no necesitó más que una pregunta para cambiar su gesto y lanzar su primera 'andanada' contra los críticos (que los hay) de su nuevo Barça desde que aterrizó en el Camp Nou.

Este lunes, en sala de prensa, y tras una primera duda agradable por parte de la prensa (le cuestionaron por los récords en su inicio liguero), el argentino se puso serio.

"¿Cómo se toma el debate sobre el cambio de estilo del Barça?", le interpelaron. Serio y con el gesto adusto, el Tata disparó. "¿Debate? Quizá no habría debate si el entrenador fuera holandés o de la casa".

Los periodistas presentes en la sala de prensa de la ciudad deportiva culé se miraron unos a otros. Ya tenían titular sobre la comparecencia del entrenador culé. Pero aún habría más. Porque uno tras otro, los presentes en la estancia le fueron cuestionando por lo mismo hasta completar cinco preguntas al respecto.

Y Tata, fue, poco a poco, poniéndose más nervioso hasta disparar respuestas cargadas de datos sobre posesión en temporadas pasadas ("apenas hemos cambiado un 0'2% con respecto al inicio del año anterior") o sobre el estilo del Barça con técnicos como Cruyff o Raijkaard ("Márquez y Koeman daban balones en largo también").

No. Definitivamente no se sentía cómodo con aquellos redactores que le hacían sentir lo que más de un aficionado culé percibe: que este Barça no es su Barça. Al menos, no el Barça de los últimos cinco años.

Un malestar que dejó entrever cuando empezar a cuestionarle sobre otros asuntos a los que el técnico siempre respondía con monosílabos. Era la primera vez que lo hacía desde que fichó por los blaugrana. Definitivamente estaba nervioso y molesto por las preguntas de los periodistas. Al Tata no le sientan bien las críticas, aunque llegue en forma de moderado debate sobre su estilo de fútbol.

El efecto, aunque parezca mentira, no es novedoso cuando un técnico fraguado en equipos medianos llega a un grande con mayúsculas del fútbol europeo. Antes preparadores como Juande Ramos o Pellegrini (en el Real Madrid), dejaron muestra de ello. Tipos serenos que, ante la presión y la inmensidad de los retos que afrontan, se ponen más intranquilos de lo normal ante los periodistas.

En el caso de Martino sucede que el preparador no comprende cómo, tras un arranque de año espectacular, más de uno pone en duda cómo juega su Barça. Y a su alrededor, el entorno (formado por personas del club y su cuerpo técnico) no le ayudan.

Son esas personas las que le regalan los oídos con los datos que soltó en sala de prensa y le hacen entender que no, que son los otros los que se equivocan, que poner en entredicho los cambios que está haciendo es cosa de críticos enconados. Todo hasta hacerle ver que, efectivamente, si no fuera argentino, quizá no habría debate.

Tampoco comprende el entrenador por qué le cayeron tantas críticas después de dar su opinión al respecto de Gareth Bale y el precio que se gastó en su fichaje o por qué en Barcelona no entienden las rotaciones de hombres que antes eran clave, como Iniesta, Xavi o Busquets. Todos rotan menos un Messi forzado a parar sólo cuando se ha lesionado.

Y como así piensa, así lo deja caer en una sala de prensa que suele ser implacable. A Martino parece faltarle experiencia para lidiar con este tipo de 'toros' con la facilidad con la que los capeaban técnicos como Guardiola o Tito Vilanova. Ambos solían decir lo que querían sin romper las formas y cuando lo que querían decir se pasaba los límites, simplemente callaban o no ocultaban su opinión.

Complicada técnica que, por ahora, no maneja un preparador, el Tata, a quien ya se le conoce más por algunas de sus 'perlas' en sala de prensa que por algunos aspectos deportivos. Lo que en lenguaje castizo se conoce como facilidad para meterse en 'charcos'. Los 'charcos' de Martino.

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