
José Luis Paradas Romero ya no arbitra. Este colegiado de 40 años ha dejado la profesión cinco años antes de lo que viene a ser normal (la media para colgar el silbato ronda los 45 años) y lo ha hecho por motivos ajenos a su voluntad. El año pasado, tras no expulsar a José Mourinho en un Real Madrid - Rayo Vallecano, este antiguo trencilla de Primera División recibió tales presiones por no sacar la roja al luso, que decidió dejarlo. No merecía la pena seguir dedicándose a esto si sus decisiones no eran respetadas y le provocaban, además, problemas de este calado.
Así lo ha confesado el propio Paradas Romero este martes en una entrevista concedida al diario As en la que señala a un hombre por encima del resto: Manuel Díaz Vega, ex árbitro de Primera División y colegiado internacional que actualmente es el director del comité técnico de árbitros en la Federación Española de Fútbol (RFEF).
"Díaz Vega me llamó y me dijo que no tenía ni agallas, ni valor de echar a Mourinho. Le contesté que yo no era la persona más indiciada para que le dijera eso porque ya había echado dos veces a Mourinho", comenta el colegiado.
Paradas, más tarde, admite como hubo un encuentro cara a cara con Díaz Vega para calmar los ánimos, pero que, sin embargo, nada cambió. "Me llegó a levantar la mano (...) Díaz Vega ha dejado muchos cadáveres por el camino y ya no estamos en los tiempos del franquismo", denuncia.
Además de esta acusación, Paradas Romero lanza alguna más contra Díaz Vega, como que es el encargado de filtrar a la prensa noticias relacionadas con los colegiados.
La acción de la polémica
¿Cuál fue la acción que provocó la ira de Díaz Vega? Todo ocurrió a principios de año cuando el Real Madrid jugó en casa frente al Rayo Vallecano. Tras dos acciones tontas apenas distanciadas un minuto una de la otra, Sergio Ramos acabó expulsado por doble cartulina amarilla, lo que provocó la ira de un Mourinho que, desatado, protestó de forma airada al trencilla.
Paradas Romero ya se la había 'liado' antes durante un Villarreal - Real Madrid (expulsó a cuatro miembros del equipo blanco, entre ellos Mourinho) y de un Real Madrid - Valladolid de Copa del Rey (aquel día también expulsó al luso)
De haber echado en aquel partido a Mourinho, puede que el luso hubiera sido sancionado con varios partidos y, por lo tanto, habría peligrado su presencia para el Clásico que se jugaban unos cuantos partidos después.