Fútbol

Cristiano comanda la goleada blanca el día que Casillas perdió su santo en el infierno turco

En el infierno de Estambul Casillas perdió el santo. Cuando se esperaba ver salir a Iker sobre las llamas del Ali Sami Yen, el portero abandonó el césped cabizbajo, doliéndose, y quién sabe pensando qué tras solo 15 minutos de partido. Fue solo el principio de la goleada 1-6 a del Real Madrid en su camino, uno más, haca la 'Décima'. Casillas ya no estaba pero Cristiano nunca falta.

La 'Décima' de Casillas decían los titulares, sabiendo que Ancelotti solo le pondría en esta esta competición. Fue un compañero, otra vez, el que lesionó al portero en una jugada fortuita. Como si de un mal fario se tratara, un balón aéreo y un choque con Sergio Ramos mandaron a Casillas al vestuario.

A partir de ahí el partido se fue alejando del poder blanco. Como si todo hubiera salido mal, los de Ancelotti se vieron sobrepasados por la presión de los turcos, la grada apretaba y Diego López, que parece haber recogido los poderes de Iker, tuvo que lucirse para evitar el gol turco.

Pero poco necesita el Real Madrid para crear peligro e Isco, quién ya brilló la temporada pasada en Europa, decidió volver a hacerse presente. Bajó con magia una bola al césped, la dejo muerta, y ya con el balón ante sí engaño al portero, que quizá pensó que necesitaría más toques antes de disparar. El Madrid se adelantaba

A la espera del descanso todavía hubo tiempo a que un viejo combatiente, eterno por qué no decirlo, también se lesionara. En una pugna con Pepe, Drogba cayó al suelo agarrándose el hombro. Mientras se marchaba entre gestos de dolor, nos imaginamos las  lágrimas de impotencia de Casillas en el vestuario.

Un ciclón en la segunda parte

La segunda parte fue solo fútbol, y además fue solo blanco. El Real Madrid pareció desperezarse ahí acabaron las posibilidades del Galatasaray, y las fuerzas, por qué no decirlo. El Madrid dominó, pero sin agobiar, y sin que los turcos se dieran cuenta, llevaban cuatro en contra en 20 minutos.

Benzema, a quién parece que la música de la Champions le estimula, definió de forma perfecta ante el portero tras un pase al primer toque de Di María. Presión en el medio y un toque, fue toda lo que necesitó el Real Madrid, empeñado demostrar que la elaboración puede no necesitar de tiempo sino de calidad.

Tres goles de Cristiano

Y ahí apareció Cristiano. El Madrid llevaba dos goles y el aún no se había estrenado en Champions. En tres minutos consiguió dos goles que no fueron joyas pero que celebró como si lo fueran. 'La Bestia' celebró la renovación como celebra todo, mandando balones a la red.

Ponían llegar más porque el Madrid continuaba atacando y del Galatasaray lo único que quedaba ya era su afición, que cantaba ignorando el resultado. Y apareció de nuevo Benzema bajó la música turca, que empujó un pase que era medio gol de Cristiano.

Cristiano marcó el sexto, empeñado en que lo último que se recordara del partido fuera un gol gol suyo, y vaya golazo. Se marchó de tres en el área un zurdazo seco acabó con Muslera. Ya nadie se acordaría del gol de Bulut minutos antes.

El Real Madrid endosó seis goles en el infierno de Ali Sami Yen y presentó sus credenciales para ganar la 'Décima'. Quizá sea la de Casillas, pero seguro que es la de Cristiano.

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