Fútbol

El problema de Kaká es el dinero: pretende salir libre para mantener su salario

Kaká, durante el amistoso de este jueves en Riazor | EFE

Ricardo Izekson do Santos, conocido popularmente como Kaká, habló por primera alto y claro desde que aterrizó en el Real Madrid allá por el 30 de junio de 2009.

Antes siempre se había escondido en regates dialécticos y medias verdades. Ayer,en Riazor, tras hacer doblete en el Teresa Herrera, se sinceró como nunca.

"Me quiero ir del Real Madrid". Su respuesta pilló en fuera de juego a los periodistas desplazados con el equipo blanco. También al club. Le preguntaron por su actuación y él disparó con su futuro.

Sorpresa. No estaba previsto. Por no estar previsto, ni se prevía su intervención. Pero él quiso hablar aprovechando sus goles. Quería lanzar un mensaje en público y lo lanzó. Suave. Sincero. Sin sonar a rajada pero con un claro destinatario: el propio club.

¿Por qué? Porque desde Chamartín le están poniendo las cosas complicadas para salir en las condiciones que él quiere. Y es que Kaká tiene un problema. Es el dinero. El futbolista brasileño quiere seguir cobrando una buena millonada.

La inversión, a sus bolsillos

Recordemos que actualmente percibe 10 millones de euros por temporada. La única manera de seguir cobrando un buen porcentaje de esta suma es convencer al Real Madrid de que le dejen libre por cero euros o por una cantidad simbólica para que la cuantía de su posible traspaso se invierta directamente en su sueldo. Pero en Madrid no están por la labor.

Tampoco están por la labor de pagarle parte de su salario, tal y como se había manejado el pasado invierno cuando el Milan se planteó solicitar su cesión. No. El Real Madrid quiere que el club que lo compre pase por caja.

El plan de amortización del futbolista es sencillo. Si costó 60 millones y firmó por seis temporadas, su precio será el equivalente a los años que le queden de contrato multiplicado por 10.

Es decir, que el precio actual de Kaká ronda los 20-15 millones de euros. Por debajo de esa cifra, es complicado que lo dejen salir.

Teniendo en cuenta cómo está el mercado (tieso de dinero) y que Kaká no quiere bajarse el sueldo, una operación de compra del futbolista en los términos salariales que él maneja saldría por cifras cercanas a los 40 millones de euros, algo que ningún club de Europa (al menos de los llamados grandes) está dispuesto a asumir.

De ahí que el mediapunta quiera que el Real Madrid le deje libre para ingresar en su cuenta corriente buena parte de la inversión que supondrá.

Los pitos del Bernabéu

¿Y por qué habla ahora y no lo ha hecho antes? Porque está desesperado por jugar el Mundial de Brasil y sabe que la única manera de hacerlo es yéndose.

A principios de verano tenía esperanzas de que Ancelotti le diera bola, pero el italiano, su ex entrenador en el Milán, no lo quiere. Aún no ha jugado ni un minuto en Liga y sólo le da bola en amistosos donde, por cierto, no sale muy bien parado. En el trofeo Santiago Bernabéu, el público blanco lo silbó tras varios fallos.

Eso ha sido la puntilla definitiva para que Kaká quiera marcharse. Se siente bloqueado y apenas querido por el coliseo blanco.

De ahí toda esta estrategia atropellada que deberá resolverse en sólo cuatro días. El próximo lunes día 2 de septiembre termina el plazo para que se cierre el mercado del fichaje. Podría ser el últimos sprint del 8 blanco con la camiseta del Real Madrid enfundada.

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