
El Real Madrid se encontró este miércoles con un problema inesperado. Xabi Alonso se fracturó el quinto metatarsiano de su pie derecho y estará entre dos y tres meses de baja después de que hoy haya pasado por quirófano. Inconveniente importante para el club, para el propio Xabi Alonso pero, sobre todo, para el hombre llamado a ser su recambio. Illarramendi verá aumentada la presión que sufre en el peor momento posible y con el panorama más incómodo por delante.
Porque de todos los fichajes blancos, el del jugador guipuzcoano se ha convertido en el menos trascedente de la pretemporada. Y lo ha hecho por motivos más vinculados a la psicología que a sus capacidades técnicas.
Illarra se convirtió en apenas una semana de jugador de la Real Sociedad a ser el jugador español más caro en la historia de los blancos por delante de los mismísimos Sergio Ramos o Isco, flamante fichaje merengue. La velocidad del cambio y la presión por verse en el Bernabéu tuvo consecuencias negativas para el chaval cuando, al segundo día de debutar en Valdebebas, se rompió.
El estrés por tanto cambio de aires le provocó problemas musculares que aumentaron cuando debutó en Lyon con nuevos dolores. Sólo jugó 35 minutos. El chaval estaba destrozado y eso repercutió en su lesión. Se agravó y lo que parecía ser un problema de apenas unos días sigue sin resolverse un mes después.
Para colmo, cuando parecía que todo iba por buen camino y que la reaparición de Xabi relajaría los plazos para su retorno al campo, llega un nuevo aluvión de lesiones. Porque a la ausencia del tolosarra hay que unir también la de Khedira, tocado y duda para el duelo del lunes frente al Granada. Ya sólo Casemiro queda para jugar en la posición de pivote nato.
Mala noticia para un Illarra al que muchos madridistas miran. El temor a que se convierte en un nuevo fichaje millonario lesionado (como sucedió con Sahin o Woodgate) planea sobre el Santiago Bernabéu y le mete más presión para acortar plazos. Que sepa aislarse de estos factores externos dependerá, en buena medida, que regrese a su nivel anterior y empiece, por lo tanto, a justificar el enorme desembolso realizado por él este verano.