
La ida de la Supercopa de España entre el Atlético de Madrid y el Barça (1-1) sirvió para muchas cosas. En lo deportivo, para comprobar que Villa y Neymar empiezan ya a ser importantes en sus equipos o que el Barça, por ejemplo, necesita todavía algunos ajustes para que empiece a funcionar como desea el Tata Martino.
Pero además de todo esto, el duelo en el Calderón también sirvió para medir las relaciones de buen o mal rollo que mantiene Villa con algunos de los que fueron sus excompañeros.
Todas las miradas se posaron en 'Guaje' y en Leo Messi. Ambos mantuvieron en el pasado ciertos roces que ayer cristalizaron en los momentos previos al partido y especialmente en el saludo tradicional entre ambas escuadras.
Villa era el último de la fila rojiblanca y Messi, el último de la comitiva del Barça. Cuando ambos se vieron cara a cara, el afecto del asturiano con sus compañeros y viceversa se tornó en una mirada fría.
De hecho, los dos apenas se observaron, algo que no ocurrió entre el asturiano y los que fueron sus compañeros de vestuario hace meses, a los que abrazó y a los que besó sin apenas excepción. Alexis, Jordi Alba, Alves, Iniesta, Xavi... todos se mostraron más que cariñosos con Villa. Todos menos Messi.
Antes de esta escena, ambos coincidieron en el túnel de vestuarios donde cerraban la fila que saltó al campo. Ahí también fueron fríos en sus gestos. Ni una palabra. Ni un guiño. Nada.
Cabe recordar que en la Ciudad Condal se apunta a que la preferencia de Messi hacia otros jugadores de corte más creativo fue una de las cuestiones por las que Villa apenas jugó la temporada pasada y que forzó, además, la salida del 'Guaje' al Calderón en verano.