
Iker Casillas está destrozado. El portero del Real Madrid sigue sin entender bien por qué no jugó de titular el pasado domingo frente al Betis. Una decisión que, sin embargo, podría tener un lado proteccionista. En el Santiago Bernabéu crece la teoría de que Carlo Ancelotti lo mandó al banquillo para protegerlo de los cánticos que, sabía, se darían en su contra en su primer partido oficial con el Real Madrid desde que se rompiera el dedo el pasado febrero.
Dicho de otra manera, Ancelotti habría pretendido con su movimiento matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, demostrar desde el principio que él no se dejará influir por supuestos galones de vestuario.
Si ve mejor a Casillas, jugará Casillas. Si ve mejor a Diego López, jugará Diego López.
Y es que desde que fichó por el Rea Madrid se dio por sentado que el italiano se dejaría llevar por la inercia del statu quo. Visto lo visto el pasado domingo, no será así.
Además, con este 'banquillazo', Ancelotti también habría tratado de proteger a Casillas de su propio público. Sí. Como lo leen. De su propio público. Porque el Real Madrid se ha dividido como hace tiempo que no se había visto en torno al portero merengue. Y lo ha hecho (como todo lo que sucedía en la era Mourinho) hasta niveles extremos. Eso implica que un sector del madridismo empiece a tenerle un odio casi visceral.
La reacción del propio Casillas durante su no-calentamiento frente al Betis lo demuestra. Las cámaras de televisión lo cazaron tratando del huir del fondo sur, donde los radicales del Real Madrid le han dedicado ya alguna lindeza que no le ha gustado. Cosas de haberse enfrentado a Mourinho, uno de los últimos ídolos de estos aficionados extremistas.
Así pues, Ancelotti sabría que Iker se vería sometido a una presión extra en caso de jugar el domingo en el Bernabéu. A la ya complicada tarea de defender la portería blanca se uniría el hecho de que buena parte del Bernabéu le silbase (como así ocurrió mientras daban las alineaciones). Carga añadida que Carlo habría pretendido evitar poniendo desde el inicio a un Diego López menos sometido a este tipo de exposiciones públicas.
Esta teoría vendría a quedar reforzada con el cada vez más intenso rumor de que Casillas será el portero titular el lunes en Granada. Ahí sí, lejos de Madrid, y sin aficionados merengues que lo abucheen, Casillas tendría los galones de la portería. Este encuentro serviría para que Iker ganase confianza y, por lo tanto, creciese su autoestima hasta ser lo suficientemente sólida cómo para volver a jugar de inicio en su propio estadio.
La duda frente a Raúl
¿Y el trofeo Santiago Bernabéu del próximo jueves? Se supone que en ese encuentro debería jugar Iker. Pues bien, a día de hoy no está nada claro. Ancelotti podría aprovechar el duelo frente al Al-Saad de Raúl para dar minutos a Jesús y Tomás Mejías (Adán está más fuera que dentro del Real Madrid).
Diego López y Casillas podrían no ir convocados. De esta manera se aplazaría el debate hasta el miércoles y se evitaría que el choque que debería servir de homenaje al ex 7 blanco se convierta, de nuevo, en un plebiscito sobre la figura del guardameta merengue.