El FC Barcelona tiene un problema en la portería. La marcha inminente de Víctor Valdés (será libre a final de la presente temporada) deja una gigantesca interrogante en su meta. Se busca recambio. Y entre los candidatos, un sueño que hasta el domingo pasado parecía imposible.
El equipo blaugrana anhela tener a Iker Casillas como recambio de Valdés. Una posibilidad que estudia con cuidado después de que el capitán del Real Madrid se haya empezado a plantear su salida tras ser suplente en el primer partido del curso contra el Betis.
Cierto. La operación sigue sonando lejana, pero lo que ayer era utopía, hoy es ya sólo una operación difícil, pero no inalcanzable. Al menos así lo entienden en Can Barça después de que este martes, según los programas 'Tiki-taka' de Cuatro y Punto Pelota, de Intereconomía TV, Sandro Rosell y Andoni Zubizarreta mantuvieran contactos para estudiar si el fichaje de Casillas sería factible.
Ya a mediados del curso pasado, el conjunto culé siguió de cerca la crisis de vestuario merengue con el propio Casillas como objetivo y Sergio Ramos como el segundo futbolista pretendido en la Ciudad Condal. De ambos, el de Camas parecía el más fácilmente convencible para la causa.
Hoy, sin embargo, todo ha cambiado. Casillas es el que se quiere marchar. Necesita minutos para jugar el Mundial de Sudáfrica y es ahí donde podría abrirse una brecha para que Iker acabara en el Barça.
Una opción que pasaría sólo y exclusivamente por dos escenarios. El primero, que Casillas dejara el club de manera inmediata o en diciembre y que lo hiciera para fichar por algún equipo de la Premier League.
En tal caso, se activaría el segundo escenario: convencer a Iker de su fichaje, eso sí, ya lejos del Bernabéu. Porque en el Camp Nou saben que el Real Madrid no rebajará ni un céntimo de la cláusula del jugador (250 millones) para irse al eterno enemigo. El fichaje debería hacerse con un club puente como intermediario.
Claro que tampoco parece fácil que Casillas se dejara convencer para irse a Barcelona. Aunque se siente dolido con su situación, el madridismo del capitán merengue es innegable. Aún así, en Cataluña tienen la esperanza de que, al igual que sucediera con Figo, las ganas de venganza pudieran cambiar los colores del mejor portero del mundo según FIFA y UEFA.
Así pues, el resumen del caso parece sencillo: el Barça quiere a Casillas y aunque hoy es un poco menos complicado que ayer, la operación sigue antojándose como un laberinto futbolístico que en la Ciudad Condal siguen estudiando con el deseo de poder desentrañar en los próximos 10 meses. ¿Imposible? Cosas más raras se han visto en el mercado de fichajes. Atentos.
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Iker se lo piensa...