
Karim Benzema debutó este domingo en junto con el Real Madrid en Liga y lo hizo con sabor agridulce. Marcó el primer gol blanco, pero falló un buen puñado de oportunidades que pudieron haber dado tranquilidad a su equipo en los momentos en los que peor lo estaba pasando.
De ahí que su despedida del Bernabéu al ser sustituido también fuera agridulce. El francés se marchó entre pitos y aplausos cuando fue sustituido por Morata en el minuto 80. Los primeros se dejaron escuchar más que los segundos.
Al delantero parece que no le gustó mucho que las críticas ganaran a los elogios. Por eso se fue del césped del Bernabéu cabizbajo y no muy feliz. Una retirada al banquillo que terminó con un gesto poco frecuente. El galo se llevó las manos a las orejas simulando lo que podría entenderse como un mensaje para la grada. Algo así como que no oía los silbidos.
El gesto recordó al que hace ya 13 años repitió Luis Figo en el Camp Nou el día que debutó con el Real Madrid ante la que fue su afición. Cuando la grada más le silbó, el luso se llevó las manos a las orejas. Él mismo reconoció que era una forma de decirle al público que le daba igual lo que dijera.
Sea con el mismo motivo o no, lo cierto es que el gesto de Karim dará que hablar, algo que reabre, de nuevo, el debate sobre la delantera del Real Madrid en el inicio de una temporada en la que, a priori, el internacional francés lo tiene todo para ser titular día sí, día también, con el equipo blanco.