
El fichaje cercano de Gareth Bale por el Real Madrid ha tenido un buen puñado de episodios desde que el conjunto blanco empezó los contactos para llevarse al futbolista galés del Tottenham Hotspur. Sin embargo, el último y definitivo para facilitar su salida de Londres lo ha protagonizado el propio jugador.
Ocurrió este mismo miércoles cuando Bale regresó a los entrenamientos de su todavía equipo. Aunque se había rumoreado que se podría declarar en rebeldía, Bale se puseo a las órdenes del portugués, pero lo hizo con un mensaje listo para darle a su entrenador.
Según cuenta la prensa inglesa, el jugador se marchó directo a ver al preparador para dejarle clara su postura: se quiere ir del Tottenham al Real Madrid.
Dicho de otro modo, aunque estuviera en Londres, su mente seguía en París. Aunque estuviera entrenando con el Tottenham, su deseo no era estar allí.
Bale podría incluso haberle pedido que no lo convocara para el duelo que mañana jugará el equipo de White Heart Leane frente al Mónaco de Falcao.
Sus palabras fueron la chispa definitiva para que Villas-Boas y el club acabaran aceptando la propuesta del Real Madrid. Una gota que colmó un vaso lleno desde hace tiempo con la intervención de los padres del jugador, de los actos del futbolista e incluso del propio preparador portugués, que no quería que la salida de Bale se cerrara en el último minuto del mercado de fichajes y apenas le dejara margen para readaptar su plantilla.