El Real Madrid tiene una obsesión de nombre galés. Gareth Bale se ha convertido, no es un secreto, en el hombre soñado por los blancos. Es la operación del verano. Una operación que, en el Santiago Bernabéu, se pensaba que se cerraría a finales del verano. Sin embargo, los acontecimientos se han precipitado en los últimos días. Tanto, que la incorporación de la estrella del Tottenham a la capital de España podría ser cuestión de horas. El club blanco espera cerrar su llegada en breve y que se incorpore con el resto del equipo al stage que hoy lunes comienzan en Los Ángeles.
Según el diario Marca, diario que cita fuentes del Real Madrid, la operación ha sufrido un vuelco gracias a la actitud del futbolista, cansado de que Daniel Levy, presidente del Tottenham, no acepte venderle al cuadro que dirige Florentino Pérez tal y como le había prometido a final del curso pasado. Y es que, según el Real Madrid, Bale había adquirido con el mandatario un pacto por el que, si el equipo no accedía a la Champions y llegaba una buena oferta por él, Levy dejaría libre al extremo izquierdo.
Finalmente el Tottenham no accedió a la Champions y la oferta, efectivamente, llegó. El Real Madrid llegó a poner 80 millones de euros a principios de verano (el club ya tiene un acuerdo con el jugador). Bajo estos términos, Levy debía haber aceptado la oferta si seguía los criterios de ese pacto. Sin embargo, no aceptó. Y de ahí el enfado de Bale. Un enfado que se ha convertido en algo más cuando el jugador ha visto la evolución de los hechos.
Lo último, que Levy haya dejado entrever que pedirá 120 millones por su incorporación. Bale entiende que se trata de una provocación del presidente y ha incrementado un par de grados su órdago al mandatario. El jugador ya no quiere vestir más la camiseta de su equipo y se ha borrado de todos y cada uno de los actos promocionales del Tottenham en Hong Kong. Se ha plantado.
Este nuevo escenario ha forzado que Levy deje Los Ángeles (donde tiene la sede de sus principales negocios) y se encamine a Londres, donde el jugador ha regresado de la gira asiática. Se espera que en breve haya una reunión que permita desbloquear el asunto. La reunión, obvio, será entre presidente y futbolista.
En caso de que Bale consiga ablandar a Levy y que éste acepte venderlo por los casi 90 millones de euros que pone el Real Madrid, los acontecimientos podrían precipitarse. Los merengues tenían previsto asaltar al presidente de los Spurs en tierras americanas para conseguir un cambio de postura.
Si Bale diera este paso por los blancos, al Real Madrid sólo le quedaría negociar los flecos de un traspaso que, con todo, Levy quiere que tenga tres cifras (100 millones o más) para que desde su hinchada no se diga que se vendió a su estrella por un precio mediocre.
En todo caso, en el Real Madrid se es optimista. Consideran que el culebrón Bale podría sufrir un acelerón y que estará disponible para que Ancelotti lo alinee en el primer partido de Liga frente al Betis.
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Bale se planta