El Real Madrid continúa ejecutando su planificación económica estival para tratar de complementar su plantilla con un fichaje estrella. El club blanco ansía contratar al galés Gareth Bale, y es consciente de que para ello necesitará entre 90 y 100 millones de euros.
Por ello, desde la apertura de mercado, se contó con obtener jugosos ingresos por numerosos integrantes de la plantilla y otros jugadores de los cuales tiene un porcentaje de sus derechos.
El plan está saliendo a la perfección, y apenas falta completar algunas operaciones de calado, muy cercanas a fructificar, para conseguir juntar la cantidad deseada.
Los traspasos ya confirmados son los de Callejón y Albiol al Nápoles. El primero salió hace ya unos días por 10 millones de euros, y el segundo ha sido confirmado hoy por otros once.
Además, también está ya confirmada la marcha del sevillista Álvaro Negredo al Manchester City. El Real Madrid conservaba un 40% de su pase, por lo que aproximadamente 4,5 millones de euros recalarán en las arcas blancas.
Entre estos tres hombres se totaliza en torno a 25,5 millones de euros, una cuarta parte de lo que el Real Madrid planea ingresar.
La gran operación pendiente también tiene al Nápoles como protagonista. La pieza clave es el delantero argentino Gonzalo Higuaín, y las cantidades se mueven en torno a los 35 millones de euros. En cuanto el fichaje se complete, 60 millones estarán ya en las cuentas del club de Concha Espina.
Otro de los que saldrán de la plantilla y dejarán una jugosa cantidad económica a cambio es Fabio Coentrao, cuyo traspaso, aún algo menos concreto, podría cifrarse en 25 millones.
Las cuentas se redondearían con el cada vez más cercano fichaje de Ezequiel Garay por el Manchester United, que reportaría 10 millones (un 50% del traspaso) al Real Madrid, toda vez que el club blanco se guardó este porcentaje en el momento de su venta al Benfica, y con la salida de Antonio Adán, que podría suponer otros tres o cuatro millones de ingresos.
De forma aproximada, todos estos movimientos totalizan los 100 millones necesarios. Con ellos, el Tottenham ya no tendría excusas para no desprenderse del futbolista, en lo que podría ser el traspaso más caro de la historia del fútbol. En los despachos del Real Madrid están conformes con cómo está saliendo la planificación. Ahora, sólo falta poner la guinda para culminarla.
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El Madrid no renuncia