
El nuevo FC Barcelona comienza a andar de nuevo. El equipo de Tito Vilanova empezará este lunes los entrenamientos de una pretemporada que se antojará intensa ante los próximos objetivos de un conjunto llamado a repetir los éxitos de las últimas temporadas.
Desde que Guardiola accedió a entrenar a los blaugrana en 2008, los culés no ha dejado pasar ni un sólo curso sin ganar al menos un título de los importantes. Pero Guardiola ya es cosa del pasado. O quizá no. Porque la sombra de Pep es alargada.
Lo fue durante toda la temporada pasada, especialmente cuando el equipo sufrió la ausencia de Tito Vilanova. Aquel bajón se interpretó como el fin de la inercia que había dejado Guardiola y que, en cierta medida, se habría mantenido en el inicio de un campeonato con el que el Barça asombró a base de cifras espectaculares: 19 partidos jugados, 18 victorias y un empate. Así concluyeron los culés la primera vuelta.
Sin embargo, la consecución del título de Liga apagó los ecos de aquellos fracasos (hundimiento ante el Bayern incluido). El debate sobre el legado del Guardiolismo se silenció. Hasta ahora.
La intervención airada del nuevo técnico del Bayern la semana pasada y las últimas operaciones puestas en marcha desde el Camp Nou (compra de Neymar, salidas de Villa, Thiago, Rafinha, Deuloufeu o Muniesa) han vuelto a colocar sobre la mesa dudas acerca de la reconversión del modelo culé.
El Barça, por primera vez en los últimos cinco años, parece que caminará de forma independiente al legado de Pep Guardiola. Éste parece que será, esta vez sí, el primer Barça de Tito Vilanova.
Un nuevo modelo táctico
En primer lugar, porque el curso pasado apenas surgieron variaciones tácticas con respecto a la era Guardiola. Cierto es que Pep había apostado en su útlima campaña por el 3-4-3 como sistema base. Era su manera de dar continuidad a Cesc en el equipo.
Sin embargo, en el tramo final de temporada, Cesc quedó relegado al banquillo y el Barça volvió al 4-3-3 de antaño con Iniesta en punta junto con Messi y Alexis o Pedro. En la medular Busquets, Xavi y Thiago o Cesc eran los que solían ejercer el control de la manija.
Tito apenas varió este método. La principal novedad fue la presencia de tres delanteros natos (Messi, Alexis y Pedro) en la punta del ataque con Xavi o Cesc, Iniesta y Busquets en la media. Sin embargo, según avanzó el curso, Tito terminó adoptando la fórmula de colocar cuatro bajitos en el equipo, es decir, la de usar a Iniesta en la delantera, al igual que hacía Pep.
No hubo variación alguna más. En algunos momentos de la temporada, el preparador amagó con usar a Villa de nueve puro y colocar un doble pivote Busquets-Song, pero la fórmula no tuvo continuidad alguna.
Este año el equipo estará forzado a buscar un nuevo esquema, en primer lugar, por la presencia de Neymar en el equipo. El brasileño dará al equipo más entrada por banda y podría mutar el sistema culé si alterna posición con Messi como muchos especulan desde la ciudad Condal. ¿Qué hará Tito? ¿Apostará por otro extremo nato como Pedro o apostará por una medular de cuatro centrocampistas para dar libertad en ataque a las dos estrellas culés?
Un reto táctico al que también se le unirá el reto de la gestión del estilo blaugrana. Si la posesión y las triangulaciones rápidas se habían convertido en el sello del Barça de los últimos años, la presencia de Neymar en el equipo podría cambiar este método. El brasileño está más acostumbrado a conducir la pelota y a jugar a la contra, como pudimos ver en la Confederaciones. En el Barça tendrá espacios cerrados por delante. O se adapta él o el equipo se adapta a su método.
Las diferencias con la cantera
A estos dilemas se unirán el asunto de la cantera blaugrana y de los veteranos que empiezan a pedir descanso. En este primer apartado parece claro que los canteranos tendrán menos presencia que en cursos anteriores. Tito apostará por el bloque sin novedades procedentes de la Masía más allá de Sergi Roberto y Tello, eso sí, forzados ambos casos por las bajas de Thiago y Villa respectivamente.
Mientras, jugadores como Xavi, Puyol, Alves, Iniesta y Cesc, clave en las últimas temporadas blaugrana, empezarán a tener un rol más secundario en un equipo que vivía de su capacidad para generar fútbol.
Sin el equipo de Pep
¿Cómo solucionará Tito estas rotaciones sin que el equipo baje su rendimiento? Lo tendrá que hacer, en todo caso, sin buena parte de los colaboradores que ayudaron a Guardiola a hacer crecer al Barça. Algunos de sus socios más cercanos se han marchado con Pep a la Bundesliga. Tito ha tenido que reestructurar su cuerpo técnico a su imagen y semejanza.
Ingredientes que independizarán, más si cabe, el trabajo de Tito Vilanova del que desarrolló en su día Pep Guardiola. Será, por lo tanto, la primera vez que podamos comprobar si el sucesor de uno está a la altura de lo conseguido por el otro.