El fichaje de Asier Illarramendi por el Real Madrid empieza a alcanzar un punto crítico. Hace sólo cinco días, desde Madrid y San Sebastián se daba por cerrado el acuerdo entre todas las partes. Sólo faltaba por aclarar el modo de pago. Hoy, tras las nuevas exigencias de la Real (han disparado su precio un 33%) en el Bernabéu se lo piensan y mucho. Tanto que, si esta semana no se producen novedades, el cuadro merengue podría aparcar la contratación del mediocentro vasco.
De ahí que las próximas 24 horas sean claves en la operación. Illarramendi debería incorporarse mañana a la disciplina de la Real Sociedad para comenzar la pretemporada. De hacerlo, entienden en el Bernabéu, sus opciones para ser nuevo futbolista blanco bajarán muchos enteros.
Creen en la capital de España que una vez iniciado el curso, el jugador empezará a recibir presiones de sus compañeros y de la afición para que se quede y creen que sucumbirá ante esas presiones. De ahí que le hayan pedido a Illarramendi que haga un esfuerzo y que durante todo el día de hoy presione a la entidad txuri-urdin para que lo deje libre por las condiciones que originalmente pactaron Florentino Pérez y Jokin Aperribay, el presidente de la Real.
La pelota, así pues, esta ahora sobre el tejado del jugador y del propio club vasco, que deberá decidir si recula en su postura inicial y acepta los 30 millones que daba el Real Madrid o si se mantiene en su intención de sacar hasta 40 millones por un hombre que tiene 30 'kilos' en su cláusula (Aperribay pretende sacara tajada del ahorro fiscal que tendría el Real Madrid pagando el fichaje como un traspaso y no como una cláusula).
Si en las próximas horas Illarramendi y la Real no cambian de postura, el Real Madrid volverá a activar el caso de Kondogbia (podría ser blanco por unos 15 millones de euros, máximo 18) y el de Vidal (más complicado ante la negativa de la Juventus a dejarlo salir).
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