
Gonzalo Higuaín se ha convertido en el principal problema para el Real Madrid. Problema para los blancos y para él mismo. Su estrategia para forzar su marcha del Bernabéu va camino de fiasco continuado que podría provocar que el futbolista inicie la temporada con los merengue y, quien sabe, si que juegue este curso en Madrid y no lejos de la capital de España.
Porque, oficialmente, para el Real Madrid, Higuaín sigue siendo futbolista blanco a todas luces. Es decir, que en el Real Madrid, por ahora, no quieren vender. Ni si quiera lo tienen planteado.
Es el jugador el que quiere irse y, como tal, deberá poner encima de la mesa ofertas interesantes que permitan su venta a un coste competitivo.
De no ser así, Higuaín, afirman en el Paseo de la Castellana, se quedará. Y no se trata de un órdago para negociar su venta o algo parecido. No. Aunque saben que el argentino quiere marcharse, Ancelotti cuenta con él. Al menos sobre el papel.
Otra cosa será lo que dicte la realidad de un caso que empieza a enquistarse y que comenzó en el último partido de Liga frente a Osasuna.
Aquella calurosa tarde de mayo, Higuaín apareció ante los medios en la zona mixta del Bernabéu reclamando su adiós. "Me quiero marchar", dijo rotundo y confiado, sabedor de que la Juventus de Turín lo quería y que estaba dispuesta a poner hasta 25 millones de euros por su salida.
El 'Pipa' apostó duro por su adiós. Casi lo dio por cerrado. Pero la realidad le dio un portazo en toda regla. Porque ante semejante declaración de intenciones, la respuesta madridista fue fría y dura.
En primer lugar, negaron que el jugador les hubiera comunicado nada oficialmente. En segundo lugar, también negaron la oferta de la Juve. Y en tercer lugar, mandaron un aviso a navegantes: Higuaín era uno de sus delantero referencia y no lo iban a dejar salir por precios de saldo. La cifra inicial para negociar era de 40 millones. Ni más, ni menos. Por debajo de esa cantidad, Higuaín se quedaría en Madrid.
Los días pasaron y la postura merengue tuvo su efecto. La Juventus acabó retirándose de la puja porque, aunque tenía un pacto cerrado con el delantero, la cifra que ponían sobre la mesa por él fue rechazada por los blancos. A ello había que unir el fichaje de Llorente, lo cual restaba ansiedad a los blancos. Tévez se interpuso en el asunto y acabó fichando por la 'Vecchia Signora'.
Adiós al plan A. Higuaín tenía que buscar un nuevo rumbo a toda velocidad. Londres se cruzó entonces en el horizonte. El Arsenal, en busca de un delantero referencia y competitivo, llamó a su puerta. De nuevo habló el jugador y lo hizo por boca de su padre. "El acuerdo está próximo", dijo. Las filtraciones a la prensa argentina hablaban de pacto con los blancos por 27 millones de euros. Pues bien, de nuevo portazo blanco.
En el Real Madrid aseguran no saber nada de la oferta por Higuaín y anuncian que el precio de Higuaín es bastante superior al de los 27 'kilos'. Aunque ya no piden 40 millones, la nueva cifra se le parece: 35 millones, mínimo, es lo que se reclama. En Londres no están dispuestos a realizar semejante dispendio, más si cabe teniendo en cuenta que la opción Villa otea en el horizonte.
El nueve de Argentina, de nuevo, parece tener el futuro bloqueado. Tanto es así, que el jugador ya está en Madrid, entrenándose en solitario y preparado para volver con el resto de sus compañeros el día 15 de julio. No se espera que haya novedades hasta entonces y, salvo sorpresa, por ahora no parece que se vayan a mover las cosas en el futuro.
Tanto es así, que en el Bernabéu no se descarta que Higuaín haga buena parte de la pretemporada e incluso que acabe quedándose pese a sus declaraciones. Ése es, al menos, su mensaje: no dejarán salir al jugador por lo que él quiera. Sin embargo, y pese a ello, la permanencia del futbolista podría crear un conflicto en la plantilla merengue con dos jugadores de proyección en el horizonte: Morata y Jesé. Ambos formarán parte de la primera plantilla, aunque ambos también han manifestado que si Higuaín se queda, pedirán al club su venta.
Así pues, aunque el Real Madrid no quiere mostrarse 'blando' en e caso del argentino, lo cierto es que en Chamartín saben que su venta sería una buena operación siempre y cuando se recaude una cifra alta.
Movimientos que, por ahora, convierten el futuro del ariete blanco en uno de los galimatías más enrevesados para la secretaría técnica merengue de cara a un verano que se antoja largo y lento para Higuaín.