Iker Casillas volvió este domingo a ser el portero titular de la Selección Española en un partido oficial. Fue en el triunfo ante Uruguay (2-1) en el debut en la Copa Confederaciones (vea aquí el especial).
Con él en la portería, la vigente campeona del mundo y de Europa se siente más segura. Cosas de su trabajo y el de una defensa que casi siempre roza la perfección.
De hecho, su último gol encajado en fue el que España recibió ante Italia en el partido que abrió el camino de los nuestros en la Eurocopa de 2012. Desde entonces, en competición oficial, portería a cero. Muro de hormigón con Iker bajo los palos.
Su retorno a la Roja parecía que sería tranquilo una vez más hasta que en el minuto 87 de partido, Luis Suárez decidió convertir una falta en la frontal del área en una obra maestra.
Su derechazo se convirtió en un misil colocado ante el que Iker nada pudo hacer. Adiós a la racha. Sin embargo, más allá de este destello, el partido de Iker fue más que tranquilo. En la primera parte apenas hubo ocasiones de peligro charrúas.
Quizá un cabezazo de Cavani, forzado, que el de Móstoles atajó sin problemas. Ya en la segunda parte, hubo algún acercamiento de Uruguay, pero nunca con peligro como para que Casillas tuviera que sacar sus alas de Santo. Buena noticia para un portero que recupera la confianza y que lo hace donde más le gusta brillar: en la Selección Española.
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Casillas regresó