El ambiente de la Selección Española sigue turbio en la previa de la Copa Confederaciones. Al malestar de los jugadores con un sector de la prensa (ayer Busquets y Alba insultaron a un cámara por grabarlos saliendo del hotel) se une el propio mal rollo que existe entre los distintos miembros de la Selección Española. En concreto, entre Arbeloa y Casillas. Los dos jugadores del Real Madrid centran la atención del grupo.
Relaciones que, aunque Vicente del Bosque se haya empeñado en solucionar, no parece que vayan a desembocar en algo positivo. Y es que el capitán de la Selección y del equipo blanco sigue más que distante con Arbeloa. Es reacio al perdón. Es reacio a acercarse a alguien que considera que lo ha traicionado cuando más lo necesitaba.
Según la Cadena Ser, el portero entiende que en su día salvó a Arbeloa de la quema de la Selección y él, Arbeloa, no ha hecho nada para ayudar a su capitán en el equipo blanco cuando se ha producido el enfrentamiento con Mourinho. De hecho, ayudó a avivar más la polémica, algo que ha colocado a Casillas en una posición más que incómoda dentro de su propio club.
Y ya no sólo porque no juegue de titular, sino porque las acusaciones de Mourinho y lo han colocado como un enemigo de un sector del madridismo que sigue alineado con el portugués y que acusa al capitán de chivato o traidor, entre otras tantas cuestiones.
Ante todo ese panorama, entiende Casillas, Arbeloa no sólo no ha dicho ni una palabra a favor de el portero, sino que ha deslizado que, efectivamente, el entrenador lleva razón. "Mourinho se ha partido la cara por el Real Madrid y no todos pueden decir lo mismo", comentó recientemente en unas palabras que se han interpretado como un dardo al portero.
No ha sido el único. Cuando Casillas se quedó en el banquillo de Málaga, Arbeloa y Xabi Alonso salieron ante los medios de comunicación para afirmar que lo que hiciera Mourinho, bien hecho estaba. Todo lo contrario de un Sergio Ramos que no quitó autoridad a su técnico, pero respaldó el trabajo diario de Iker.
Tiempo después Xabi dio marcha atrás y lanzó mensajes de apoyo a Casillas ante la soledad que estaba sufriendo el portero en el banquillo del Real Madrid. Arbeloa, lejos de cambiar su discurso, lo ha mantenido, algo que no le ha sentado bien ni a él, ni a buena parte de la expedición de 'La Roja', esa misma que hace unos años sen enrocó con el lateral cuando éste se convirtió en uno de los más fieles ejecutores de las órdenes de Mourinho durante el maratón de Clásicos de 2011.
En aquellos partidos, Casillas o Ramos también se impregnaron de aquel ambiente enrarecido y siguieron los dictados del luso, pero, tras la Supercopa de España del 'dedazo' a Tito Vilanova, dieron marcha atrás para pedir perdón a los Xavi, Piqué, Puyol y compañía. También solicitaron que relajaran su postura con respecto a Arbeloa. En aquel tiempo, para los culés de 'La Roja', Arbeloa era una especie de enemigo público.
Con la intervención de Iker, la tensión se rebajó y los jugadores blaugrana aceptaron al aragonés. Porque antes habían meditado incluso solicitar a Del Bosque que no lo convocara. No lo podían ni ver.
Casillas entiende que su intervención cambió aquello. De no haber sido por él y su actuación pacificadora, quizá Arbeloa no habría jugado la Eurocopa de 2012 y no sería ahora el lateral indiscutible de 'La Roja'. Pese a esa intervención, el defensa siguió insistiendo en su discurso y posición pro-Mourinhista y, sobre todo, distante de la del capitán blanco. De ahí que ahora Casillas sea reacio a sentarse con Arbeloa a hablar.
De hecho, según José Ramón de la Morena, el propio Arbeloa le pidió a Casillas hablar en la última concentración de España (en París) cuando los dos se encontraron en un ascensor. Casillas dio su ok. Y hasta ahora. La reunión no se concertó. Hasta ahora que, por lo que parece, lo hará con la intermediación de Del Bosque.
Veremos si será suficiente para solucionar un problema que va camino de enquistarse, más si cabe porque Arbeloa está ahora sólo en la Selección. Sin Xabi Alonso, lesionado, sus posiciones parecen alejadas del resto de un grupo que espera que todo se solvente antes de que comience la Copa Confederaciones.
La paz de Vicente
