Fallado el plan A, toca poner en marcha el plan B. El Real Madrid ha visto en las últimas horas como un buen puñado de jugadores deseados han acabado o en otros equipos o han puesto su fichaje por los blancos muy cuesta arriba. De ahí que los merengues empiecen a virar su maquinaria hacia otros futbolistas y entre ellos, uno es el que más se desea por el paseo de la Castellana: Gareth Bale.
Y eso que Bale también podría engrosar en breve la lista de hombres que le han dicho no al Real Madrid.
El galés tiene encima de la mesa una suculenta oferta de renovación que en Inglaterra dan por cerrada. Sin embargo, y ante la llegada frustrada de Neymar, el Real Madrid ha empezado a moverse para que el jugador se lo piense. El principal argumento, el económico.
Los blancos podrían ponerle sobre la mesa una cifra superior a los siete millones de euros limpios que le da el Tottenham, amén de un proyecto más ambicioso que el del propio conjunto londinense.
Un dulce caramelo a los que los blancos han puesto un lazo francés. Zinedine Zidane, próximo director deportivo merengue (lo confirmó este lunes Florentino Pérez) no para de hablar maravillas de él. Es una manera de adularlo que, sin embargo, no parece estar haciendo efecto en el Tottenham.
Sus dirigentes siguen cerrados en banda a la hora de negociar por su estrella. Dicho de otra forma: si lo venden, lo harán por una cantidad desorbitada que rondaría los 60-90 millones de euros. Y es que, después de ver como el Real Madrid estaba dispuesto a poner una cifra también elevada por Neymar, se han subido al carro de las peticiones.
En el Bernabéu saben de lo complicado que es negociar con su presidente, Daniel Levy, después de que Modric acabara en la capital casi en el último suspiro del mercado de fichajes y por una cifra que rondaba los 42 millones (incluidas las variables). En esta operación los blancos habrían atado una opción preferencial por Bale, pero, al no haber otras ofertas por él, esta cláusula sería papel mojado.
Aún así, después de descartarse Lewandowski, Falcao y Neymar, el único nombre de campanillas que le queda al Real Madrid, de ahí que no parece que vayan a cejar en su empeño por ficharlo.
Los otros deseados
Más allá de Bale, el Real Madrid busca reforzar un puñado de puestos clave. Uno podría ser el del mediocampista ofensivo.
En este apartado, Isco es el favorito, pero el City acecha y el jugador parece más cercano al cuadro inglés de Pellegrini que al Real Madrid. De ahí que Navas haya entrado entre los deseados. El jugador quiere y al club le gusta. El tiempo y Ancelotti serán los que decidan.
También se está poniendo complicado el fichaje de un delantero. Sin Falcao, Lewandowski o Agüero, Cavani se queda como opción preferencial seguido de Luis Suárez (Liverpool).
¿Y en el mediocampo? Vidal gusta para la medular, pero la Juventus está a punto de cerrarle un nuevo 'mega-contrato' que lo alejaría del Bernabéu. Verrati ganaría enteros como favorito, más si cabe teniendo en cuenta que es una petición de Ancelotti.
Tras estas caras también se acercan los nombres de Thiago (FC Barcelona) o Gündogan (Borussia Dortmund) también están en la recámara, aunque ambas contrataciones parecen, hoy por hoy, más fantasía que realidad.
Entidades
Adiós a los deseados
