
Cristiano Ronaldo fue noticia este domingo. Y lo fue para su disgusto. El delantero portugués del Real Madrid fue uno de los descartados por José Mourinho ante los problemas de espalda que arrastraba desde hace días.
El jugador, sin embargo, se tomó la decisión como un castigo de 'The Special One'. Cristiano considera innecesario que lo hubiera hecho viajar hasta San Sebastián para acabar en la grada. El entrenador se podría haber ahorrado la convocatoria si desde el sábado ya se intuía que no iba a jugar.
De ahí que, llegado el minuto 70 del partido entre la Real Sociedad y el Real Madrid, Cristiano decidiera abandonar a Anoeta para coger un coche privado que lo llevara a Vitoria.
De ahí voló a Portugual donde tiene un puñado de compromisos publicitarios en los próximos dos días coincidiendo con los dos días libres que ha concedido Mourinho a toda la plantilla merengue.
La escena, lejos de ser privada, pudo ser captada por varios medios de comunicación. Cristiano no se ocultó. Quiso dejar claro su malestar y la decisión de abandonar el campo antes de que acabara de jugar su equipo, algo que recientemente ya hicieron Khedira y Pepe, aunque ellos se ausentaron de un partido en el propio Santiago Bernabéu, en concreto frente al Málaga.
El reglamento de régimen interno del Real Madrid obliga a los futbolistas blancos a ver todo el partido y establece multas por salir con antelación, si bien en estos casos se desconoce si el jugador contaba con el permiso del club.
Sea como fuere, según el diario As, el jugador pudo haber evitado este gesto y haber regresado con el resto del equipo hasta Madrid. No fue así, lo cual demuestra que sus relaciones con Mourinho siguen estando más que rotas. Relaciones que, por cierto, con el club, tampoco son buenas.
Tal y como viene contando EcoDiario.es, el jugador se siente decepcionado con algunos de los pasos dados por el conjunto merengue en los últimos días. La consecuencia es que su renovación está, por ahora, congelada y sin visos de avanzar.