El idilio de Nadal con Madrid existe. En ocasiones este romance no ha pasado por sus mejores momentos pero hay atracción, de eso no hay duda. Los roces entre ambos se han debido a la tierra azul, a la altura o por los warnings de los árbitros pero el triunfo de hoy hace que se olviden toda las asperezas para hablar solo de tenis y triunfos.
Nadal se ha impuesto a Wawrinka en dos sets y se ha hecho con el Mutua Madrid Open por tercera vez en su carrera. El jugador suizo sigue sin saber cómo meter mano a Rafa Nadal y acumula nueve partidos con el de Manacor sin poder ganarle. Lo que es peor, no le ha podido hacer ni un solo set. COn Stanisla ya son dos los suizos a los que se les nubla la mente cuando tienen a Nadal enfrente. Al otro no hace falta que le presente es a Federer, al que Nadal iguala con trs victorias en los alto del palmarés del torneo.
El primer set recordó, en parte, al partido ante Andujar del sábado. Ya en las primeras bolas, al resto, Rafa tuvo hasta ocho puntos para romper y Madrid tenía ganas de verlo. Aplaudiendose puntos sin terminar y con ganas de verle ya levantando el trofeo, La Caja Mágica, hoy casi llena, vio como Nadal gritaba su primer "vamos".
El primer set transcurrió rodado. Tan extrañamente sencillo parecíó, que un grito de un espectador, de esos que tan poco gustan a los tenistas, pareció ser realidad. "Lo tienes hecho" exclamó a los tres minutos del partido.
Wawrinka consiguió su primer juego en el 1-4. El suizo fue soltando el brazo y la mente pero ante Nadal eso no es sufiente. Tras este juego se defendió con uñas, dientes y globos ante Nadal. Podía pensarse que Wawrinka solo quería devolver las bolas pero hubo quien creía que lo que querían es que no le volvieran nunca, que no bajaran, que el partido le diera un descanso. No lo consiguió y Rafa cerró el set con un 'ace', lo único que le quedaba para cerrar su repertorio.
Más batalla en la segunda manga
El segundo set no sería tan fácil. Wawrinka, al menos, pensaba retener su servicio. Dos errores de Nadal le ayudaron pero su juego había mejorado sensiblemente, lo que no era complicado. Y cuando el rival sube el nivel, Nadal hace lo propio, por lo que vimos un passing acompañado de un "uoooohh" del público cerró el 1-1.
Wawrinka, envalentonado, dio un clinic para poner el 2-1 e intentó ir a por Rafa pero Nadal subio a la red y logró repeler, porque eso no fueron voleas, dos obuses del suizo que iban a dar. El tercero ya fue agua. Nadal se hizo con su servicio y mantuvo la normalidad en el partido aunque pudo romper en el siguente juego.
Hasta tres bolas de juego tuvo pero Wawrinka levantó todas. Nadal se lamentaba pero su mentalidad no le permite pensar en el pasado y tras un 3-3 en blanco rompió a Wawrinka en el siguiente.
A partir de ahí poco más duró el partido. Con su juego consolidó el break y tras otro saque más de Wawrinka cerró el partido con su servicio. Era su séptima final desde que volvió de su lesión y su quinta victoria. Nadal parece el único que creía que esto no podría pasar porque los 12.000 espectadores que le jaleaban en directo y los miles tras la televisión pocas dudas tenían. Nadal s algo más que un icono.
Nadal no solo iguala a Federer con tres victorias en Madrid sino que también se empareja con Muster y sus 40 victorias en tierra batida y solo le queda acabar con las 46 de Guillermo Vilas. Para eso ya piensa en el próximo año en Madrid aunque no se olvida de pedir los JJOO para la ciudad, esa con la que mantiene un idilio y donde este año no ha habido discusiones. "Vamos", como celebra los puntos especiales, el Mutua Madrid Open es de Nadal.