Fútbol

Los motivos por los que Carles Puyol quiere dejar el Barça y fichar por el Milan

Puyol, cnotra el Milan, en San Siro, esta temporada | EFE

Carles Puyol quiere marcharse del Barça. De hecho, Carles Puyol está a un paso del Milan. El devenir acelerado de los acontecimientos relacionados con el central (apenas han pasado 48 horas desde que se supo de su interés por irse hasta que se ha desvelado su más que posible destino) ha pillado a contra pie a la Ciudad Condal y ha despertado un puñado de incógnitas sobre el porqué de su situación.

Las principales apuntan a los motivos que han hecho que el jugador haya pasado de renovar en enero y expresar su deseo por seguir en el Camp Nou hasta los 40 años, a solicitar la carta de libertad de forma acelerada y precipitada.

Motivos entre los que, se entiende, hay algo más que un simple asunto relacionado con su edad o estado físico. Porque es cierto que las lesiones han vuelto a castigar a 'Puyi' esta temporada, pero no menos cierto es que, cuando ha jugado lo ha hecho con un nivel más que aceptable. Hagamos balance.

Este año ha sufrido tres graves dolencias (elongación del ligamento en la rodilla derecha, luxación de codo y limpieza articular, de nuevo, en su rodilla derecha), pero siempre ha sido pieza fija para Tito Vilanova y Jordi Roura en aquellos partidos en los que ha estado al 100%.

Incluso el de Puebla de Segur llegó a ser el mejor de algunos partidos grises para los culés, como el empate copero en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid o la derrota 2-0 del Barça en San Siro.

Duelos y actuaciones que, pese a tener 34 años, le hacen verse capaz de darlo todo en un equipo de la máxima exigencia como es el Barça.

El día que lo cambió todo

Entonces, si el motivo de su marcha no es físico, ¿qué le ha impulsado a dar un giro en sus opiniones en estos últimos dos meses? La respuesta empezamos a encontrarla en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League contra el Milán cuando Puyol se sorprende por no ser titular. Su enfado aquel día fue monumental.

Tanto, que decidió operarse de las molestias que tenía en la maldita rodilla derecha y lo hizo, para colmo, sin avisar a nadie del club.

Sólo lo supo Vicente del Bosque el día antes de pasar por quirófano. El seleccionador daba esa mañana la lista de convocados para los encuentros que tenía 'La Roja' frente a Finlandia y Francia. Nadie más se enteró con antelación del paso dado por Puyol.

Su gesto, obvio, no gustó al club, pero menos gustó a un cuerpo técnico que, desde entonces, ha acelerado las peticiones de un central de garantías para el próximo curso, más si cabe tras la eliminación contra el Bayern de Múnich.

El distanciamiento entre Puyol y Tito Vilanova, por lo tanto, parece obvio. El jugador sabe que para la temporada que viene podría convertirse en el cuarto central por detrás de Piqué, Mascherano y el fichado. Una situación, la de ser reserva del reserva, que no gusta a un jugador de la casta del capitán culé.

De ahí que, posiblemente, haya solicitado un cambio de aires para aprovechar los últimos años de carrera que le quedan. Verse relegado al banquillo en el tramo final de su periplo como futbolista es una tortura que Puyol no desea sufrir. De ahí que haya podido solicitar este cambio de aires que, de producirse, pondría punto y final a 14 años de brillante carrera de uno de los símbolos del barcelonismo.

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