El árbitro holandés Björn Kuipers dirigirá el próximo día 10 el partido Barcelona-PSG, correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Su nombramiento no ha dejado indiferentes a nadie en el Camp Nou. Y es que, más allá de los resultados cosechados con los blaugrana (una victoria y una derrota), el colegiado es conocido en la Ciudad Condal por haber 'regalado' al Barça un penalti en los cuartos de final de la pasada edición ante el Milan.
Sucedió en el partido de vuelta, cuando, con 1-1 en el marcador, en el minuto 41, Kuipers pitó un penalti a favor de los culés cuando la pelota aún no estaba en movimiento. Nesta agarró a Busquets dentro del área pero lo hizo cuando Xavi aún no había sacado el córner que dio origen a la jugada.
En la entidad rossonera se vio con gran enfado esta decisión por cuando, reglamento en mano, debería haberse interrumpido el juego, sacar amarilla a Nesta, pero no pitar falta alguna, puesto que las faltas sólo se pitan cuando la pelota está en movimiento.
Para colmo, los italianos se quejaron de que, en esa misma acción, Puyol hizo falta a Nesta, lo que habría invalidado cualquier opción de señalar penalti. Pese a ello, el colegiado señaló el punto de los 11 metros y permitió al Barça adelantarse en el marcador con el segundo penalti de la noche. Antes Messi ya había abierto la 'lata' con otro tanto desde el punto 'fatídico' en el minuto once de partido.
Tal fue el enfado, que tras el partido, Ibrahimovic declaró que ya entendía como se sentía Mourinho cuando jugaba en el Camp Nou, en referencia a las críticas arbitrales que suele lanzar el luso en Barcelona.
Al día siguiente, la prensa italiana también cargó contra el colegiado. "Con la ayudita", tituló La Gazzetta dello Sport.
Resultó llamativo que la decisión del colegiado llegó después de que en el partido de ida, en Milan, fuera el Barça el perjudicado con tres penaltis no pitados y una roja que debió haber acabado con el cuadro catalán en superioridad numérica.
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