Wolfgang Stark (conocido por la expulsión de Pepe tras su entrada a Alves) fue uno de los protagonistas del empate a dos entre Barça y PSG. El colegiado alemán acumuló un puñado de errores graves que perjudicaron, en la mayoría de las ocasiones, al equipo catalán. Dos fueron los más importantes: el gol de Ibrahimovic no debió subir al marcador y el empate del galo llegó tras un notable fallo técnico que podría costar al colegiado el Mundial de Brasil 2014.
Vayamos por partes. Primero, el tanto del 1-1. En la jugada se puede observar como Ibrahimovic arranca de forma clara en fuera de juego en el momento en el que Thiago Silva remata de cabeza.
Aunque es cierto que en la jugada inicial la bola no va hacia la posición del delantero, se aprovecha del posterior rechace procedente del poste. El linier debió haber señalado fuera de juego. No lo hizo y Stark dio por válido el tanto.
La segunda acción polémica sucedió algunos minutos antes cuando Jordi Alba y Mascherano chocaron entre sí y ambos quedaron K.O. La normativa de la UEFA establece que, en tal caso, cuando dos son los jugadores lesionados en un mismo equipo, se debe esperar a que se recuperen dentro del terreno de juego para que la salida fuera del césped no perjudique demasiado al equipo afectado.
Es algo así como una norma para jugadores de campo similar a la que se aplica con los porteros, al único futbolista al que hay que esperar para que el juego se reanude.
Pues bien, Stark obligó a ambos a salir del rectángulo de juego y no dejó que se reincorporaran cuando, en la siguiente jugada, el PSG sacó un córner peligroso. La acción supuso un grave error técnico que, a ojos de la FIFA, podría costarle el Mundial de Brasil de 2014 para el que estaba preseleccionado. El organismo no suele perdonar este tipo de fallos basados en el desconocimiento del reglamento y no en un matiz de apreciación.
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"Nos deja mal sabor"