
Cara y cruz. La alegría y al decepción. Pedro y Benzema representaron, ayer, con España y Francia, las dos caras de una circunstancia totalmente diferente. Mientras que el español del Barça está en un dulce momento de forma con la 'Roja', el madridista galo está más que cuestionado por la afición de 'les bleus'. Ayer volvió a salir pitado de Saint Denis.
No es la primera vez. El pasado viernes, tras la goleada francesa a Georgia (3-1), los hinchas locales también dedicaron una sonora pitada al delantero del Real Madrid. Aquel día, como ayer, el delantero restó importancia a las críticas. "Es normal, esto es fútbol. Pero yo voy a seguir trabajando", dijo a los medios parisinos y a los españoles que esperaban sus explicaciones tras el partido.
Su racha con Francia es, cuanto menos, preocupante. Suma ya más de 1.000 minutos consecutivos sin marcar con el combinado nacional. Su última actuación goleadora data del mes de junio, cuando le hizo un doblete a la débil Estonia. Aquel partido amistoso fue una exhibición de Karim, con taconazo incluido.
Eran tiempos felices para una Francia que se las prometía de cara a la Euro de 2012. Sin embargo, en el torneo que finalmente acabó ganando España, los de Blanc no dieron el nivel. Benzema, como los Ribery, Nasri y compañía, simplemente no estuvo a la altura.
Con la llegada de Deschamps, el equipo cambió de dibujo. El ex del Valencia colocó un 4-3-3 que favorecía el juego de Benzema. El equipo trató de jugar a la contra y buscar la velocidad del propio ariete blanco. Nada. Tampoco llegaron los goles. Desde aquella actuación frente a Estonia, ha jugado 11 partidos y no ha marcado en ninguno.
Si a ellos unen las polémicas de su exceso de velocidad en la M-40 o la generada por no cantar la 'Marsellesa', el cóctel da como resultado el malestar de una afición que pide que no sea titular.
Pedro, enchufado
En el lado opuesto, Pedro. El barcelonista no está viviendo su mejor temporada con el Barça, pero en 'La Roja' sí que parece estar encontrando su punto ideal de fútbol. Juego que queda ratificado en forma de tantos. Lleva ya diez goles en los últimos ocho partidos con España. Algunos de ellos, clave, como el conseguido ante Francia o el triplete que logró en Bielorrusia.
Pero Pedro es más que un jugador goleador. En París estuvo a punto de forzar la expulsión de Lloris tras un cara a cara en el que el colegiado no pitó penalti. Lo parecía. Además, la jugada del gol fue un buen ejemplo de resto de extras que aporta el canario. Recuperó la pelota en el centro del campo, abrió la bola al costado, donde estaba Monreal. Segundos después, ya estaba rematando el centro del lateral del Arsenal dentro del área. Gol trabajado. Gol clave.
Gestos como éstos lo han convertido en un fijo para Del Bosque. Salvo sorpresa irá a Brasil y lo hará con galones de titular.